Unos botellones de agua salen montados en una camioneta pick up, son alrededor de 25. La comunidad de Colinas de Paramacay esta enojada, llevan cuatro meses intentando que ese negocio acabe, ellos afirman que es ilegal, puesto que es una zona residencial. Sin embargo los dueños del negocio llamado Las Aguas de Moises han hecho caso omiso a los avisos y continúan con su lucrativo trabajo.
No sólo el consejo comunal de esa urbanización rechaza la presencia de dicho establecimiento con casi cuatro meses de actividades. La Alcaldía de Naguanagua expidió un documento el 24 de febrero de este año en el que denegaban los permisos para que la distribuidora de agua funcionara. Sin embargo ignoraron el aviso y continuaron.
Roxana Veroes es miembro del comité de seguridad de su urbanización y es una de las caras visibles de la comunidad, junto a ella un grupo de más de 20 vecinos han alzado la voz, puesto que la venta y distribución de agua en esa zona representa un riesgo para todos los que ahí viven. No se trata del hecho de que vendan el producto. Colinas de Paramacay es una urbanización cerrada a la que tienen acceso sólo los propietarios de las viviendas, con la aparición de Las Aguas de Moises, personas externas al lugar van a comprar ahí, lo que representa un riesgo para los vecinos, puesto que en las condiciones actuales del país, en las que hay manifestaciones de toda índole, el miedo de ser robados o violentados se hace latente.
Veroes, además destacó la negación por parte de los dueños de la empresa, aseguró son militares miembros de la 41 Brigada Blindada. En distintas oportunidades la urbanización se ha reunido en asamblea para llegar a una solución, la cual hasta los momentos no se ha presentado, mientras tanto siguen a la espera de un posible fin.