Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
11 horas. Ese fue el tiempo que necesitaron funcionarios de diferentes organismos del Gobierno para constatar una realidad denunciada reiteradamente: La planta Valencia de General Motors Venezolana (GMV) no tiene materia prima. Esa fue la conclusión reflejada en el acta firmada la noche del miércoles.
Poco antes de las 9:00 a.m. del 15 de marzo una comisión conformada por uniformados de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) Carabobo, Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel), Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis), Defensoría del Pueblo y del Ministerio de Industrias, llegó a la sede de GMV ubicada en la Zona Industrial Sur de la capital carabobeña.
Revisaron todo. El recorrido inició en las líneas de producción capaces de ensamblar 45 mil vehículos al mes y que están detenidas desde hace 16 meses, por falta de insumos importados. También verificaron los almacenes y se encontraron con inventarios en cero de materia prima que debe ser adquirida en el exterior, proceso para el que se necesitan divisas que solo el Gobierno puede aprobar y liquidar a los proveedores internacionales desde 2003, cuando se instauró el control de cambio.
La inspección, que se extendió hasta las 8:00 p.m., se realizó como consecuencia de la toma ilegal que mantiene un grupo de trabajadores afiliados a un sindicato minoritario y en mora, acción que se mantiene desde hace ocho días y que impide que el personal administrativo cumpla con sus labores.