La organización Gritemos con Brío, por medio de su iniciativa Todos por la Educación, inició la campaña Nos Duele la Universidad, cuya intención es comunicar a la sociedad y a la variada comunidad universitaria el estado de abandono de las diferentes casas de estudio a nivel nacional.
El coordinador nacional de Gritemos con Brío, Miguel Barone, enfatizó que la iniciativa hace hincapié en que el deterioro no es solo a nivel de infraestructuras, sino a la forma en la que la falta de inversión ha afectado todas las áreas de la educación universitaria.
La campaña Nos Duele la Universidad inició durante el mes de septiembre y continuará desplegada durante todo octubre teniendo presencia en la Universidad Central de Venezuela (UCV), en la Universidad de los Andes (ULA) en todos sus núcleos, Universidad de Carabobo (UC), Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) en Maracay, Universidad Simón Bolívar (USB), así como en la Universidad de Oriente (UDO) principalmente en el núcleo Nueva Esparta.
Barone recordó que la pandemia por la COVID-19 tuvo un rol protagónico en ese deterioro, porque se dejaron de impartir clases presenciales, lo cual promovió aún más el abandono e incluso, debilitó la política universitaria. “Aunque las clases en línea fueron una solución para gran parte del mundo. En Venezuela, esto sirvió para dejar en el olvido a muchos espacios de la universidad y ahora que regresamos nos encontramos con una universidad pública deteriorada”.
Para 2021, la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, (FCU-UCV) determinó que la deserción estudiantil escalaba hasta el 40%, mientras que en el caso de la Universidad de Carabobo la cantidad de estudiantes disminuyó más del 50%, pasando de sus originales 60.000 alumnos, a los actuales 25.000, afirmó en entrevistas a medios el vicerrector administrativo José Ángel Ferreira.
Presupuesto insuficiente
La expectativa es que la campaña logre fuerza con el regreso a clases, el cual sigue siendo una razón de debate para muchos, en vista de que una parte prefiere seguir en la virtualidad por temas económicos, explicó Barone. Señaló que en la ULA el presupuesto otorgado desde el gobierno central no alcanza ni el 1%, una historia que se repite en otras casas de estudio.
La coordinadora de la iniciativa en Nueva Esparta, Adriana Adrián apuntó a la UDO núcleo Nueva Esparta, como uno de los ejemplos de abandono a la infraestructura. De acuerdo con su reporte, la casa de estudios no cuenta con baños disponibles para octubre de 2022. Lo cual complica la dinámica estudiantil y profesoral.
En el caso de la UCV la ausencia de un plan para rescatar el Aula Magna es preocupante, más aún cuando hay una comisión gubernamental trabajando por la recuperación del campus. “Es un espacio con el que sueñan tantos jóvenes por lo simbólico de graduarse ahí. Hoy por hoy no existe plan alguno”, detalló Jesús Mendoza, representante en dicha universidad.
En la Universidad de Carabobo, Gabriel Cabrera, coordinador de la alianza en la región señaló la casi extinta flota de autobuses, lo cual impide que los estudiantes acudan al campus, ubicado en una zona de difícil acceso. Desplazarse dentro del campus Bárbula es difícil puesto que su extensión es de 300 hectáreas y las facultades son distantes entre sí, sin contar la inseguridad que en la zona.
Barone informó que la campaña “Nos Duele la Universidad” es también un recordatorio a las autoridades universitarias, para que busquen y faciliten mecanismos para que los estudiantes se mantengan en las aulas, para que los profesores tengan mejores ingresos y los horarios sean distribuidos de forma equitativa.
El coordinador de Gritemos con Brío, abrió la oportunidad a estudiantes que quieran formar parte y unir a sus casas de estudios al proyecto, pueden hacerlo mediante la página oficial de la alianza www.todosporlaeducación.com
Nota de Prensa
