Asesinada a puñaladas
(Foto Referencial)

Cuatro tiros en el pecho le dieron a Luis Enrique Franquiz (35) cuando se resistió al robo de su camioneta Jeep Cherokee color blanco, en un sector de Petare, al caer la tarde del viernes.

Franquiz trabajaba por cuenta propia en la venta de queso y embutidos, era mayor de tres hermanos y padre de cinco hijos.

Aproximadamente a las seis de la tarde lo interceptaron, intentaron despojarlo del vehículo pero se resistió, forcejeó con sus agresores y le dispararon. Murió en el acto.

Una persona que lo identificó le avisó a la madre de Franquiz para que se trasladara a la morgue de Bello Monte.

OTROS CASOS

Treinta y tres cadáveres fueron ingresados a la morgue este fin de semana: Once el sábado, 15 el domingo y este lunes registraron siete.

A las seis de la mañana de este lunes, vecinos de El Marqués alertaron a las autoridades sobre la presencia de un cadáver en vía pública, en la calle Terepaima.

Se trataba de un hombre de aproximadamente 35 años, piel morena, vestía franela a cuadros rojos, pantalón blue jean, un solo zapato marca RS21 de color negro con verde fosforescente, anillo y reloj de poco valor.

Los vecinos escucharon disparos a las 9:00 de la noche del domingo y fue al amanecer cuando los transeúntes vieron el cuerpo y avisaron.

Al sitio acudieron funcionarios del Cicpc, Policía de Sucre y PoliMiranda para iniciar las averiguaciones. La víctima presentó un disparo en la cabeza.

GATILLO ALEGRE
Jonathan Oswaldo Pérez Ochoa (23) murió baleado mientras jugaba cartas con unos amigos en el sector Subida del Caballo, en Carapita, Antimano, la noche del sábado, y un pistolero disparó sin mediar palabra.

Eran aproximadamente las 11 de la noche cuando el delincuente irrumpió en la cancha y apuntó a Pérez Ochoa, los demás intentaron interponerse, pero el hombre amenazó con dispararles también y al escuchar los primeros tiros corrieron en desbandada.

Pérez recibió dos disparos, uno en el pecho y otro en el estómago. El pistolero continuó por la calle y tiroteó a otros dos vecinos que encontró en su camino.

Pérez Ochoa fue trasladado al hospital Pérez Carreño, donde falleció.
Jonathan era obrero, estaba desempleado y cuidaba a su sobrina de cuatro años mientras los padres trabajaban. Era el menor de cinco hermanos. Al mayor, Agustín José (19), lo mató una banda delictiva en el mismo barrio, hace 20 años.

Ninguno de los homicidas fue capturado por las autoridades, pero “la justicia divina se encargó de cada uno de ellos”; dijo un pariente.




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