Dixon Alejandro Blanco Valladares tenía 17 años, vivía en un galpón para refugiados en El Cafetal, cerca del centro comercial Plaza Las Américas, y lo mataron a tiros y puñaladas el lunes en la noche, en el barrio La Guairita, de Baruta.
Dixon laboraba como colector de la línea de transporte del pasaje Rio Tuy, en el centro de Caracas, era huérfano de padre y vivía con su madre y tres hermanos.
Esa noche llegó del trabajo, estaba reposando mientras su madre le preparaba de comer, recibió una llamada y salió. Al poco tiempo una prima llamó para avisar que a Dixon le habían caído a tiros y puñaladas.
Los presuntos responsables del crimen son tres conocidos, dos de ellos son Bryan y Javier (esposo de la prima de Dixon).
Dixon tuvo una pelea con Javier hace tres años y la familia ignora si aquel acontecimiento influyó en el crimen.
La familia ha perdido a tres miembros por la violencia. Hace 8 años mataron a César Blanco, padre de Dixon, cuando tenía 37 años de edad, durante un asalto. Seis meses después asesinaron a César, un hermano, para despojarlo de su moto.
A raíz de la muerte del padre que era el sostén del hogar, el núcleo familiar quedó en la calle y tuvieron que irse a un refugio.