El barbero y comerciante de origen colombiano, Norberto Vargas Lozano, de 45 años de edad, fue hallado muerto dentro de su residencia ubicada en el barrio La Coromoto, que está paralelo y al final de la avenida San Martín y las autoridades manejan la tesis del robo como móvil del crimen.
Vargas era natural de Cartagena, donde vive la mayoría de su familia, y de donde vino hace 15 años. Se radicó en Artigas, montó su barbería y vivió mucho tiempo alquilado hasta que hace más de un año compró una vivienda de dos niveles en La Coromoto.
El lunes 14 de 6 a 7 de la noche cerró la barbería, se dirigió a su casa y sus clientes y amigos no volvieron a verlo. Sus parientes desde Colombia se comunicaban con el frecuentemente, por video llamadas o whatsapp, y una hermana notó que no se había conectado. Llamó a unos amigos de Norberto, para que fueran a la casa y el sábado llegaron, encontraron la puerta cerrada y las luces encendidas.
Ante a la imposibilidad de entrar, se comunicaron con una comisión de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, quienes les prestaron la colaboración para poder ingresar a través de una puerta del segundo piso. A Norberto lo hallaron en su habitación, en avanzado estado de descomposición.
Presentó heridas en la cabeza, ocasionadas con un objeto contundente, y presumen que le dieron con un bate que le provocó traumatismo cráneo encefálico.
La vivienda estaba en completo desorden, faltaban televisores, laptop, ropa, zapatos, dinero y demás pertenencias de la víctima.
Un familiar de Norberto llegó a Caracas el lunes 21 para diligenciar el retiro del cuerpo.
Norberto era sexto de ocho hermanos, no tenía hijos, ni pareja. Solía movilizarse constantemente entre Venezuela y Colombia atendiendo sus negocios porque en su país poseía un auto lavado. Justamente el martes 15 tenía pensado comprar pasaje para viajar a su país.
Sus familiares creen que las personas que lo asesinaron eran conocidas, porque no le abría la puerta a ningún extraño.