Todavía al mediodía de este Viernes Santo, siete de los 68 muertos según cifras del Ministerio Público, en el motín de la Comandancia General de la Policía faltaban por ser entregados a sus familiares, por falta de identificación.
A las afueras de la comandancia, los familiares de las víctimas esperan también por entregarles comidas y otros suministros a las personas que están retenidas en los calabozos de esta sede policial; mientras que también se ventila que los traslados rutinarios que se hacen hacia el Cuerpo de Investigaciones Penales, Científicas y Criminalística estarían suspendidos.
Este suceso, considerado una de las mayores «masacres» registrada a nivel carcelario del país, centra la atención por la cantidad de personas muertas en un centro de retención provisional, donde deben permanecer no más de 48 horas, de acuerdo con la legislación venezolana.
Hasta la fecha, sólo el Fiscal de la República William Tarek Saab ha informado que 68 personas resultaron muertas, 66 hombres y dos mujeres que estaban de visita. Mientras que la Sala Situacional de la Visipol reporta 48 personas más permanecen heridas con quemaduras en diferentes partes del cuerpo, algunas de ellas recluídas en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera.
Con reporte de Beatriz Rojas
Artículos relacionados: