Austria, que podría acoger el primer Gran Premio de Fórmula 1 de esta temporada, el 5 de julio en el Red Bull Ring de Spielberg, no dará su visto bueno hasta que los organizadores aporten garantías sobre la seguridad ante la pandemia del nuevo coronavirus, indicó el miércoles el ministro de Sanidad de ese país.
La autorización del gobierno a la celebración de este evento «depende por entero del concepto de seguridad que los organizadores presentarán», declaró Rudolf Anschober en la radio pública Ö1.
«No autorizaremos eventos así salvo que haya condiciones muy estrictas y por supuesto, creo que no hace falta ni decirlo, sin público», añadió el ministro. El criterio de decisión será saber si existe riesgo de infecciones por COVID-19. «Hemos hecho nuestra parte», declaró a la agencia APA el Ministerio de Deportes.
El gobierno desea también que el evento se organice en modo ‘circuito cerrado’, es decir, sin contacto con la sociedad local, con la única excepción de las personas de nacionalidad austríaca implicadas en la gestión de la carrera.
La temporada de Fórmula 1, que debía comenzar en marzo en Australia, no ha arrancado por ahora, frenada por la pandemia del nuevo coronavirus. Austria estima haber contenido la propagación del virus en su territorio y se prepara para levantar la mayor parte de las restricciones en vigor desde mediados de marzo.
