El Gobierno belga confirmó hoy la expulsión de uno de sus diplomáticos en Moscú como represalia por su decisión de expulsar a un diplomático ruso, como respuesta al envenenamiento de un exespía ruso y su hija en Salisbury (Reino Unido) el 4 de marzo.
El viceprimer ministro y responsable de Asuntos Exteriores de Bélgica, Didier Reynders, lamentó hoy en un comunicado la decisión tomada por Rusia y afirmó que su Ministerio se asegurará de que ese regreso se realice de forma ordenada.
«La decisión de Rusia sigue a la expulsión de un diplomático ruso por parte del Gobierno belga la semana pasada», agregó la nota.
Además, Reynders afirmó que toma nota de la expulsión por parte de Rusia.
El diplomático belga expulsado de Rusia, cuya identidad no ha trascendido, deberá abandonar el país en los próximos 14 días.
Bélgica anunció el pasado 27 de marzo la expulsión de un representante ruso alegando la elevada probabilidad de la implicación de Rusia en el envenenamiento el 4 de marzo en Salisbury (Reino Unido) del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia con una sustancia química fabricada en Rusia.
Pese a ello, el Gobierno belga se mostró dispuesto a mantener un diálogo franco y abierto con Rusia.
Bélgica se unió así a los Estados comunitarios que decidieron, a título individual, expulsar a más de 30 diplomáticos rusos.
La acción se sumó a los 23 cuya salida ordenó el Reino Unido la pasada semana, mientras que Estados Unidos expulsó a otros 60, y a la acción también se sumaron otros países, como Canadá, Australia, Ucrania o Albania.
Rusia niega su implicación en el caso y convocó hoy a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) para tratar la cuestión y pidió formar parte de las investigaciones que está llevando a cabo este organismo.
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