Más de un mes tiene una fuga de aguas blancas en la vía que conduce a Flor Amarillo, parroquia Rafael Urdaneta, mientras en comunidades cercanas ya cuentan hasta dos meses sin recibir el líquido por las tuberías.
De acuerdo a lo explicado por algunos vecinos, el bote de agua comenzó hace un mes, pero tiene más presión desde hace una semana, al punto que nadie puede abastecerse allí. Para disminuir la presión, alguien le puso un caucho, mientras se espera la actuación de Hidrocentro.
Mercedes de Cruz señaló que en realidad son tres fugas de agua las que hay en la zona. Cerca de la referida anteriormente está otra que da a un terreno vacío, y más adelante también está roto el tubo matriz, casi a la entrada de la urbanización Quintas de Flor Amarillo.
La vecina precisó que el derrame constante de agua hace que se formen lagunas, y con el correr del tiempo seguro se dañará el asfalto. Espera que las autoridades hagan algo para solucionar este problema.
Lo cierto es que miles de litros de agua potable se desperdician por segundos, mientras vecinos de la zona están padeciendo por falta del líquido.
En la urbanización Parque Valencia, por ejemplo, no llega el agua con regularidad desde hace dos meses, lo que obliga a los vecinos a tener que buscarla en sitios cercanos, incluyendo la tubería que está frente al centro comercial Megamercado.
Lo mismo ocurre en varios sectores de la urbanización Santa Inés, lo cual generó recientemente una protesta pacífica por parte de un grupo de vecinos.
No se justifica
Para Darwin Álvarez, vecino, la situación no se justifica. Mientras comunidades pasan hasta ocho días sin suministro de agua por tuberías, frente a la urbanización Flor Amarillo cada día que pasa crece más el bote de aguas blancas.
Alvarez señaló que el bote data de hace meses, pero fue hace una semana cuando la válvula colapsó y se formó la especie de fuente.
Calicanto, Los Bucares, Bucaral I y II, Quintas de Flor Amarillo, Petrocasas y la urbanización Rafael Urdaneta, son algunas de las comunidades más afectadas por las fallas en el servicio de agua.
Para que los vecinos puedan cumplir con las medidas de higiene y evitar contagios por COVID-19, tienen que abastecerse del líquido que sale de la tubería rota.
Caminar varias cuadras con tobos vacíos, surtirse y regresar a casa es una escena que repiten los ciudadanos al menos tres veces al día.
Álvarez indicó que en reiteradas ocasiones le han pedido a la Hidrológica del Centro (Hidrocentro) solucionar la problemática pero la respuesta es que no hay materiales. “Nos dicen que están esperando que lleguen los materiales para reparar la válvula”.
Denunció que el bote de aguas blancas provoca el deterioro de la capa asfáltica en la vía.
Con información de Rosimar Sánchez
