La violencia en Carabobo parece haber incrementado. Durante el pasado 2021, más de mil 200 cadáveres por muertes violentas habrían sido ingresados a la morgue de Valencia, lo que representa un aumento significativo en comparación con el año 2020.
En los últimos años, la prensa no ha tenido acceso a información oficial sobre cifras de víctimas en hechos violentos en Carabobo. Sin embargo, se conoció de manera extraoficial que, durante el año 2021, mil 223 cuerpos habrían sido ingresados al Departamento de Patología Forense de Valencia.
La cifra no solo incluye homicidios sino también resistencia a la autoridad, suicidios, algunas averiguaciones de muertes accidentales (electrocutados, por ejemplo) y por hechos de tránsito, que incrementaron significativamente en el mes de diciembre. No incluye muertes naturales, cuyo número casi iguala a las muertes violentas durante el año que acaba de terminar.
De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en Carabobo, se registraron 789 muertes violentas en 2020. Ello quiere decir que, durante 2021 se registró un aumento de 55% en comparación con el año anterior.
Históricamente, Valencia constituye el municipio más violento
Aunque se desconoce con exactitud el número de casos por municipios, Valencia históricamente tiene el primer lugar con más hechos de violencia en la entidad. Le sigue el municipio Diego Ibarra. En la mayoría de los casos, las muertes fueron por armas de fuego.
Probablemente, una de las razones del alza de muertes violentas en Carabobo se deba al incremento de robos. Tal es el caso del conductor de una unidad de transporte público, Medardo Graterol, asesinado los últimos días de diciembre tras un asalto en un colectivo en el que, en ese momento, iba como pasajero.
Otro de los homicidios resaltantes de 2021 fue el del paisajista norteamericano Christopher Baasch, asesinado en el sector La Entrada de Naguanagua durante un asalto dentro de su residencia.
También el de Mariangel Rodríguez, de 11 años, asesinada por su vecino y amigo de la familia, un sujeto de 29 años, apodado «El Gordo», quien la atacó a puñaladas por presuntamente no aceptar tener una relación. El hecho ocurrió en el sector El Uno de Güigüe, donde la niña tuvo varios días desaparecida, pues su agresor también ocultó el cadáver.
Resalta también el asesinato de Giovanna Delgado y su hija Alexandra Serrano, de 6 años, ultimadas a puñaladas mientras dormían en su casa en el sector Batalla de Carabobo en Los Guayos. Por el caso, el presunto responsable, un adolescente de 16 años, cayó muerto en un supuesto enfrentamiento con el Cicpc tras cometer el doble crimen por venganza en contra del esposo y padre, respectivamente, de las víctimas.
