La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela (ANC), integrada solo por oficialistas, designó hoy como nuevo presidente del Banco Central (BCV) a Calixto Ortega Sánchez, en atención a una petición que hizo el jefe del Estado, Nicolás Maduro.
Ortega Sánchez fue designado con los votos de los más de 500 miembros de la ANC, una instancia con un poder incontestable pero que no es reconocida por la oposición venezolana ni por una parte de la comunidad internacional, que la tachan de ilegítima.
La constituyente Laura Alarcón señaló que la designación de Ortega Sánchez es fundamental para los nuevos tiempos que vive la nación caribeña, aquejada por una severa crisis económica que se traduce en hiperinflación y escasez de alimentos básicos y medicinas.
Alarcón pidió al nuevo jefe del BCV -un ente que dejó de entregar los índices de la economía venezolana y adelanta una política de reconversión monetaria que debió entrar en vigencia hace dos semanas y se pospuso por petición de la banca- que haga un esfuerzo supremo en la estabilización de precios.
El economista y también miembro de la ANC Jesús Faría señaló que el BCV debe aplicar las decisiones correctas para vencer la llamada guerra económica, que asegura el chavismo gobernante sufre el país por parte de la oposición, empresarios y los Estados Unidos.
El presidente saliente del BCV, Ramón Lobo, reaccionó de forma inmediata a la noticia y deseó «el mayor de los éxitos» a Ortega Sánchez, quien liderará, dijo, una etapa de renovación económica.
La Constitución venezolana establece que el nombramiento del presidente del ente emisor debe ser aprobado por la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), controlada por la oposición desde 2016 y declarada en desacato por el Supremo, por lo que en la práctica sus actos son considerados nulos.
