En diferentes culturas las personas establecen vínculos con entidades poderosas, que con el tiempo se vuelven parte de la cotidianidad. A estos seres suprahumanos se les piden favores, ellos cumplen, consolidan su trayectoria y producen un sistema basado en la confianza que perdura por años. Venezuela y en especial nuestro estado no es la excepción. Contamos con ánimas y muertos poderosos que trascienden las leyendas, las categorías del folclore y terminan formando parte de regímenes particulares de la realidad de mucha gente.
Y precisamente sobre estos personajes fijaron la mirada los profesores e investigadores Luis Cabrera y Giovanni Nani con su podcast Carabobo Mágico, en el cual abordan misterios, hechos inexplicables y las relaciones que los carabobeños establecen con seres milagrosos que no pertenecen al panteón de los santos oficiales, como el ánima de la Yaguara, cuya capilla, en el municipio Libertador, es visitada por decenas de fieles todos los meses, gracias a la fama adquirida por los milagros atribuidos.
El podcast, presentado recientemente en los espacios de Cacao Cultura, combina los relatos de lugareños y la historiografía. Se evidencia un arduo trabajo de curiosidad intelectual que, combinado con recursos técnicos dieron como resultado un interesante material auditivo, que atrapa desde el primer momento a quienes le escuchan por su excelente montaje y aires enigmáticos.
La apuesta de los creadores es grande e interesante. Además de dar a conocer estas historias que indudablemente forman parte de nuestra identidad, buscan interesar a los más jóvenes en conocer la tradición oral, la historia y las creencias de su propia tierra. Estos esfuerzos se hacen necesarios en tiempos inundados de tecnología, en los que las redes sociales centran la atención de los más chicos, quienes sueñan en convertirse en influencers sin hacer grandes esfuerzos académicos, pues lo que pareciera importante a la mayoría es monetizar, pero sin pensar.
En este contexto el podcast resulta un recurso didáctico de fácil comprensión, a través del cual viaja el conocimiento y se perpetua en YouTube. Como estudioso de la antropología, aplaudo estas iniciativas que resaltan nuestro gentilicio y esa pasión propia del Caribe, región en donde todos creemos en algo, nos interesamos en historias de fantasmas, apariciones, energías que no se pueden justificar. Además, elevamos a los altares populares a nuestros propios santos, enriqueciendo de esta forma el abanico de posibilidades para que las personas vivan su propia religiosidad.
