Cerca de 10 personas estaban reunidas en una esquina de la tercera etapa del barrio La Pelayera. Comían arepas cuando inició una discusión que terminó en un intercambio de disparos que acabó con la vida de cinco de los presentes, presuntamente por no repartir el botín de los robos de forma equitativa
Según fuentes policiales los hombres estaban reunidos para discutir la repartición de los botines obtenidos en los robos de vehículos entre esos motos y carros, sin embargo cuando las recompensas no fueron repartidas de forma igual para cada miembro de la banda se inició una discusión que acabó a tiros.
Hasta los momentos sólo tres han sido identificados: Pablo Domínguez de 18, Dixon Ramírez de 21 y Mario Quiñones de 29.
Maria Ramos, tía de Quiñones vive en Los Caobos sin embargo sabía que el grupo comía arepas en la esquina de la calle a las 8:00 p.m. cuando hubo el tiroteo que la esposa de Ramírez escuchó ese sábado porque vive a dos cuadras del lugar en el que ocurrió el hecho.
«Cuando salí estaban los cuerpos tirados en el sitio y entre esos Dixon». Confirmó la doliente que sabía que todos eran amigos y que solían verse. Aseguró que su pareja no tenía nada que ver con asuntos delictivos. Desconoce las razones que llevaron a este obrero a su temprana muerte.
La tía de Quiñones aseguró que su sobrino fue el primero en morir, no tenía trabajo desde hace tres años luego que se le disparara una escopeta que utilizaba en su trabajo como vigilante y que lo dejó lisiado.
