Los comerciantes valencianos tienen vagas esperanzas en que las ventas incrementen el último mes del año, luego de que Nicolás Maduro anunciara la flexibilización de cuarentena durante todo diciembre.
Ahora el dolor de cabeza es otro: el alza imparable de la divisa estadounidense. “Lo que nos afecta es la abrupta subida del dólar. Perdemos mucho capital”, comentó Luis Rojas, preocupado por el provenir de su negocio mercado municipal de La Isabelica.
En lo que va de semana la divisa ha experimentado un incremento de 54 mil bolívares, ubicándose sobre los 955 mil bolívares por dólar, según las páginas que reflejan estas fluctuaciones. Se estima que para diciembre ya haya sobrepasado el millón de bolívares.
Rojas aseguró que desde que permitieron la apertura de los periféricos, la diferencia de ganancias entre las semanas flexibles y las radicales ha sido mínima. “En el último mes ha habido poca afluencia de personas a pesar de la fecha, no importa qué semana sea, cada vez son menos las personas que pueden comprar”.
La angustia principal de los comerciantes es la poca capacidad de inversión que el dólar paralelo les ha permitido tener. “Es muy difícil mantenerse a flote, cuando en un mismo día nuestros proveedores cambian los precios. Nada en la tarde cuesta lo mismo que antes en la mañana, entonces siempre perdemos a la hora de reponer mercancía”.
Expectativas
Aunque Mario Salas prefiere no emocionarse, no puede evitar depositar las expectativas de una recuperación económica en diciembre. “Espero que la situación mejore a partir de la semana que viene porque han sido muy rudos estos días”.
A Salas le parece que su local, rodeado de santamarías cerradas, es el sobreviviente de su pasillo. Su mayor temor es acabar como sus vecinos. “Uno mira hacia los lados y es imposible que el cierre no te pase por la cabeza. Creo que todos vivimos en incertidumbre: no sabemos si mañana nos darán los números o tendremos que cerrar”.