Foto Dhameliz Díaz

El paro petrolero de 2002  lo paró en seco. El científico venezolano Santiago Schnell no podía regresar en medio de esas turbulencias políticas. En ese momento tenía dos niños y buscar empleo era la prioriad, finalizado su doctorado y post doctorado en la Universidad de Oxford, Inglaterra.

Llegó a un acuerdo con su esposa, psicóloga clínica quien podía ejercer en el Reino Unido. Comenzaron a aplicar por oportunidades, él con la mirada puesta en la Universidad Central de Venezuela o cualquier otra en Venezuela donde pudiera ejercer como biólogo matemático.

El lugar de destino de la familia del científco venezolano estaría ubicado en el país donde alguno de los dos consiguiera primero un contrato.  “Mi objetivo era volver. Hacer biología teórica es muy fácil en un país como Venezuela, se tenga dinero o no, con limitaciones socio económicas o no, porque solo se requiere del científico, papel y una computadora relativamente nueva”.

Cómo una premonición, el nuevo decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Notre Dame en Indiana, Estados Unidos, a partir del 1 de septiembre, salió a hacer su doctorado y post doctorado en biología matemática en la Universidad de Oxford Inglaterra meses antes que  Hugo Chávez, el teniente protagonista del golpe de estado en Venezuela, resultara electo presidente.

Peldaño a peldaño, cada paso que ha escalado en su brillante carrera como investigador y académico internacional lo ha alejado del regreso y ha marcado el desarraigo.  “Por pura suerte conseguí mi primer trabajo como profesor en la universidad de Oxford. Hicimos el intento de regresar a Venezuela, pero por una razón u otra el cargo no salía y comencé hacer mi carrera internacional. Si no hubiese sido por el paro petrolero de año y medio, quizás hubiese seguido en Venezuela”. Hace 18 años se radicó en Estados Unidos.

¿Por qué le apasiona la ciencia teoría y no la práctica?

-Es una buena pregunta. Creo que es vocación. El científico teórico es más artístico y creativo que uno experimental, obligado a seguir estrictos protocolos y atrapado con la realidad. En cambio los científicos teóricos especulamos un poco en función de la realidad y usamos la intuición para descubrir teorías potenciales y modelos matemáticos que puedan explicar los fenómenos biológicos, de la misma forma que Newton descubrió las leyes del movimiento”.

El éxito inversamente proporcional a regreso

Como si el éxito científico y académico fuera inversamente proporcional a su regreso al país, este venezolano ha sido reconocido como el Científico Académico del Siglo XXI por la Fundación James S.MacDonnell.

“Ha sido un orgullo porque conlleva el soporte financiero para trabajar por cinco años en un proyecto de investigación para medir efectivamente la diabetes meses o años antes de que ocurra, siguiendo ciertos genes. Hacer la predicción antes de que aparezca”.

 

¿Le tiene miedo al fracaso?

-Fallar, fallar y fallar, es parte del trabajo científico. Es más sobre fallar que triunfar.

Cincuentón con cara de adolescente, ha pasado casi la mitad de su vida fuera del país. Invierte gran parte de su tiempo investigando cómo hacer mediciones efectivas en el área biomédica, para identificar la transición entre la salud y la enfermedad. “Si nosotros podemos conseguir las leyes matemáticas que guían esa transición entre la salud y la enfermedad, podremos prevenir enfermedades antes de que ocurran y se puedan aplicar tratamientos antes de que uno esté muy enfermo”.

La admiración hace que nos perdamos brevemente en ese lenguaje científico. ¡Es venezolano! Se exacerba el gentilicio. Me asalta la emoción por este papá de dos hijos que ama comer cachapas.

Mirando atrás 22 años después ¿Considera que el universo  ha conspirado para que pudiera cosechar éxitos fuera del país y destierre la añoranza?

– Uno siempre añora al país. Ser extranjero es muy difícil y eso solo lo entiende quien lo ha experimentado. He estado viviendo fuera del país casi el mismo número de años que viví en Venezuela y aún aquí siempre soy un extranjero.

El calor de la gente, la manera de bromear no lo podemos tener en otro país jamás. Mi esposa y yo lo extrañamos muchísimo. Si fuera por nosotros nos regresaríamos, pero hemos hecho la vida familiar aquí, lo que hace difícil plantearse regresar. Pero si fuéramos más jóvenes con hijos pequeños Venezuela sería una opción.

Uno nunca se siente en casa en un país ajeno.

¿Es el sabor del expatriado?

-Sí. Es muy difícil. No importa cuanto éxito alcancemos inclusive cuánto dinero ganes. La soledad pega. El expatriado es muy solitario.

Todo era monte y culebra

Cuando era niño todo era monte y culebra en su casa rodeada de bosques, en la zona alta de Bello Monte en Caracas. Allí comenzó su pasión por la biología. Su vecino era el autor de los libros de biología que usábamos en la escuela, Serafin Masparrote. ¿Se acuerdan? Él despertó su pasión por los sistemas biológicos porque viajaban juntos. Lo acompañaba a explorar y cuando el biólogo descubría algún fenómeno, le tocaba fotografiarlo para ponerlo en los libros. “Me daba mucha curiosidad, fue mi inspiración, aunque también me gustó la medicina, pero hubiese sido un médico terrible por muchas razones que no quiero comentar”. Santiajo Schenell se emociona con su relato.

Aventajado en las matemáticas. “Me salieron naturalmente, siempre tenía facilidades para las matemáticas y la computación. Tuve la suerte que mi papá, aunque era un abogado, a mediado de los años 70 pudo imaginar que el mundo estaría dependiente de computadoras y modelos matemáticos. Se dio cuenta que el desarrollo de la tecnología computacional cambiaría el mundo y desde que tenía 7 años me puso en cursos de computación, de programación, lo que facilitó que tuviera una instrucción matemática y computacional que me hizo más fácil la formación universitaria”.

Las Confesiones del científico venezolano

¿Cuál es su pecado capital?

Tengo demasiados. Debilidades como dejar pasar cosas en el trabajo…

Pero eso no califica como uno de los pecados capitales: ira, gula, soberbia, lujuria, pereza,  envidia o avaricia

-Lo otro es que me gusta jugar tenis y lo hago bastante bien, pero estoy continuamente provocando y manipulando al contrincante con algunas frases molestas…

– ¿Sabes perdonar?

-Claro, si uno no perdona no puede vivir en paz ni tener buenas relaciones.

-¿Si fueras un super héroe, cuál superpoder te gustaría tener?

-Ser invisible para enfocarme más en el trabajo cuando estoy en el laboratorio.

¿Cuáles palabras lo definen?

Persistente y obsesivo

¿El plato favorito?

-Las cachapas, siempre me alejan del mal humor

El viaje soñado?

– Me llena de curiosidad el Polo Norte o el Polo Sur-

¿Sueños y metas??

-La realidad define cómo los sueños tienen que ser. Me gustaría continuar esta combinación de carrera, con mis investigaciones y mi trabajo académico administrativo. Me faltan dos escalafones más de ascenso, canciller de la universidad y presidente. No sabemos si pasará, por los momentos es una ambición. Un paso a la vez. La realidad y la vida nos van llevando, lo que tenemos que hacer es trabajar duro y lo mejor que pueda.




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