Un análisis sobre las causas de la crisis económica que conllevaron a la Emergencia Humanitaria Compleja y a la vulneración de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en Venezuela, llevó a un grupo de ONG y expertos a profundizar en el tema y evaluar si las sanciones coercitivas impuestas por varios países contra Pdvsa y otras actividades financieras tienen responsabilidad en el deterioro económico de la nación y de sus ciudadanos.
De entrada, advirtieron que el colapso estatal producto de la crisis y las pésimas políticas económicas serán el mayor desafío que deberán enfrentar los venezolanos en el mediano y largo plazo.
En un foro web, moderado por la politóloga María Laura Acosta, la Red de Documentación de Crímenes de Lesa Humanidad invitó a Feliciano Reyna, director de la ONG Acción Solidaria; Asdrúbal Oliveros, economista y director de Ecoanalítica; y a José Manuel Puente, economista y profesor del IESA para tal tarea.
Bajo el nombre de “Venezuela: Crisis humanitaria, derechos económicos, sociales y culturales, y políticas económicas”, Alonso Domínguez, coordinador de la Red y organizador del evento, introdujo a los invitados y resaltó la importancia de entender la dimensión del problema y sus posibles soluciones, para permitir a los venezolanos y a la comunidad internacional un mejor acercamiento y comprensión del tema.
El economista Asdrúbal Oliveros describió como “tragedia griega” la situación venezolana, con una economía que lleva ocho años en contracción, alcanzando una caída de 80% y convirtiéndose en el primer país petrolero en alcanzar la hiperinflación, lo que trajo consigo una fuerte crisis económica y la caída de la producción petrolera”.
Explicó que esta situación se originó por un mal diseño de políticas económicas, pero no por la imposición de sanciones, las cuales sí admite que han tenido impacto, pero no son la causa originaria.
El colapso se originó previo a las sanciones
El director de Ecoanalítica identificó que el colapso económico en Venezuela se registra desde 2013, y en 2017 llegó a su máxima expresión, con un Estado no cuenta con elementos para generar políticas públicas de calidad.
Precisó que pese al discurso oficial en torno a las sanciones, el Estado sigue contando con ingresos. “La economía negra es un mecanismo sobre el cual se ha basado el gobierno de Nicolás Maduro para sobrevivir y contener a la sociedad, basándose en una estructura de importaciones, de relajamientos de controles y de anclaje cambiario que permite mayor abastecimiento y una desaceleración de la inflación, lo que representa un ecosistema externo que le permite al gobierno continuar en el poder y obtener ingresos principalmente de la venta de oro, chatarra y minerales”.
Sin embargo, reconoce que las sanciones en vez de forzar el cambio político deseado provocaron el desarrollo de ese esquema, así como una mayor opacidad y pragmatismo. “Se subestimó el papel de los aliados y los operadores financieros. De allí que el colapso no solo económico, sino del Estado como tal, es el mayor desafío social que tenemos los venezolanos y lamentablemente no le veo superado en el corto plazo”.
“En Venezuela hay un problema de base que es la destrucción institucional del Estado, mientras se mantenga ese panorama la recuperación económica no será posible; los cambios positivos que se están viendo en ciertos nichos ni favorecen a toda la población ni se mantendrán en el tiempo”, finalizó.
Destrucción económica
Por su parte, José Manuel Puente, economista y profesor del IESA, precisó que en los últimos siete años Venezuela acumula una contracción económica de 75,29%, siendo la peor recesión económica registrada en América Latina y la segunda hiperinflación sostenida del mundo en el siglo XXI después de Zimbabue.
“Eso demuestra que desde hace una década se ha venido destruyendo la economía y el poder adquisitivo del venezolano. En esencia, esta es una crisis macroeconómica autoinducida, muy poco tiene que ver con variables exógenas o teorías de conspiración”, señaló.
“Venezuela se ha convertido en un país profundamente desigual, como nunca lo fue en su historia, pero tengo fe en que podamos resurgir de los escombros, aunque tomará por lo menos 30 o 40 años de sacrificios porque el daño ha sido muy profundo y ahora no hay el dinero ni el capital humano”, explicó.
Añadió al respecto que hoy Venezuela dejó de contar con casi 6 millones de personas que están fuera del país, “una gran parte profesionales, de manera que para comenzar a reconstruir el aparato económico y productivo se deben generar acuerdos políticos y una transición confiable que abra el camino a nuevos lazos multilaterales. Con políticas acertadas, acuerdos, transición política y financiamiento internacional es posible lograr la recuperación”.
Otros factores contemplados
Finalmente, Feliciano Reyna, director de la ONG Acción Solidaria, precisó que en Venezuela la Emergencia Humanitaria Compleja viene dada por la crisis política que se registra en el país desde el año 2013, además del colapso de la economía.
Recordó que entre los años 2015 y 2016 se registró la mayor escasez de productos en el mercado que alcanzó 30%, mientras que el derecho a la salud también se vio afectado con 85% de escasez de medicamentos e insumos médicos, además de otros factores que dejaban en evidencia la gravedad de la situación.
Sin embargo, comentó el impacto que para las organizaciones de la sociedad civil representó el silencio internacional sobre la situación de Venezuela, hasta que en 2016 el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reconoció que la crisis que afrontaba Venezuela tenía una raíz política.
No obstante, fue hasta 2019 cuando se logró estructurar lo que denominó la “arquitectura humanitaria” a raíz de un informe en el que se señalaba que 9,3 millones de venezolanos estaban bajo inseguridad alimentaria y 40% de la población se había visto forzada a privarse de algunos alimentos para sobrellevar la crisis.
De allí que Reyna identificó el origen de la crisis y sus causas años antes de que fuesen impuestas las sanciones, primero a altos funcionarios y años después a la estatal petrolera Pdvsa.
Con nota de prensa.
