La falla persiste. La mayoría de las estaciones de servicio de la Gran Valencia amanecieron cerradas esta lunes al tener secos sus tanques. El suministro de gasolina es cada vez más irregular y desde Petróleos de Venezuela (Pdvsa) no se emite ninguna declaración al respecto.
Es una situación que comenzó a agudizarse hace un mes. Pablo Vásquez tiene siete años trabajando en la bomba ubicada en la Redoma de Guaparo y es primera vez que vive una crisis tan profunda con el despacho. Antes llegaban dos gandolas diarias, ahora solo una cada tres o cuatro días.
El problema no sólo afecta a los usuarios que deben recorrer varias estaciones y hacer largas colas para abastecer sus vehículos. Los trabajadores padecen un impacto considerable en sus bolsillos.
Quienes surten de gasolina cobran salario mínimo, «y eso no nos alcanza para nada, por eso vivimos de las propinas». Vásquez explicó que lo que devengan al mes por ley es mucho menos que lo que reciben de los clientes, quienes por lo general dejan el cambio al trabajador.
Se desconoce cuándo se normalizará el suministro de combustible en la entidad, que no se limita a gasolina, sino que también incluye a diésel del que se abastece el poco transporte público que hay en la región.