En las inmediaciones de la morgue de Valencia ocurría algo inusual este miércoles: un grupo nutrido de familiares y amigos de Areinny Castillo acudieron con pancartas para exigir justicia por el asesinato de la mujer, el fin de semana pasado en Ruiz Pineda, al sur de la ciudad.
¡Justicia! ¡Justicia! gritaban en llanto los dolientes.
William Sequera era tío de Arenny. Le duele aceptar la manera en la que su sobrina fue asesinada, presuntamente, en manos de un “monstruo”. Por esa razón, junto a otros familiares, amigos y vecinos, protagonizó una protesta la mañana de este miércoles en los alrededores de la morgue y muy cerca, también, de donde se desarrollaba la audiencia de presentación del oficial de la Policía Municipal de Naguanagua Juan Rodríguez, pareja de la mujer y presunto responsable del asesinato.
“Pedimos todo el peso de la ley para que pague lo que hizo. Estamos todos con este gran dolor desde el domingo que ocurrió el hecho”, dijo el tío. Sostuvo que esperaban la entrega del cadáver este miércoles para sepultarla, luego de alguna pruebas para identificarla plenamente.
María Ochoa era otra tía. Recuerda a Areinny como una mujer luchadora, trabajadora, alegre, buena hija, hermana y madre, que deja huérfanas a cuatro hijas, una de las cuales fue testigo presencial de aquella noche: «Juan estaba discutiendo con su esposa, luego de asistir a una fiesta, aparentemente, golpeó a Areinny y luego roció gasolina y prendió fuego en un intento de simular un incendio accidental.
Por la manera como quedó la escena, los familiares de Areinny al entrar a la casa supieron desde siempre que la mujer, de 35 años, ahora formaba parte de las estadísticas de femicidios en el país, detalló Ochoa.
