Al coronel Ismael José Brito Rodríguez, director del Centro Nacional de Procesados Militares (Cenapromil) con sede en Ramo Verde, denunciaron los familiares de los reclusos por haber permitido, el sábado 12 el ingreso de más de 200 hombres de la Dirección de General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) que los agredieron brutalmente.
Los familiares saben que cada vez que esos funcionarios llegan a la cárcel agreden a los reclusos de manera inmisericorde. Los golpean, les roban sus pertenencias y hasta la comida. "El domingo muchos familiares fuimos a llevarle sus encomiendas y tratar de verificar su estado de salud y nadie informó sobre una requisa", dijo la esposa de un privado de libertad que prefirió no identificarse pues cada vez que declaran sus seres queridos son agredidos.
El sábado llamó la atención que cada vez que a los reclusos les llega alguna encomienda, ellos envían su ropa y alguna nota para informar que están bien. Pero ese día no recibieron nada de vuelta, tampoco información sobre lo que ocurría.
Desde que comenzó la pandemia, en Ramo Verde están suspendidas las visitas. Y siguen estando así pese a que este mes se declaró la cuarentena flexible y muchos penales ya están permitiendo la entrada de familiares.
Pero a Ramo Verde solo han podido entrar los de la Dgcim y a los familiares les llama la atención que no se permitan las visitas, pero sí el acceso a estos funcionarios que además llegan sin tapaboca e irrespetando todas las medidas de bioseguridad. "Cualquiera de ellos puede contagiar a los privados de libertad. ¿Por qué les permiten entrar en esas condiciones, si pueden hacer mucho daño?".
La duda se mantiene. "Si suspendieron la cuarentena hasta el 1 de enero, por qué no nos dejan entrar? ¿O es que acaso ese levantamiento era solo para que la gente fuera a votar?
El sábado, durante la violenta requisa, dos militares desaparecieron. Si los llevaron los de la Dgecim. A los privados de libertad que quedaron los golpearon, los robaron y como se quejaron, el director de Ramo Verde, el coronel Ismael José Brito Rodríguez los mantiene encerrados en sus celdas, castigo que ya supera las 24 horas.