El grupo opositor denominado G4 de la MUD busca retomar las reuniones y declararse en sesión permanente para definir las estrategias para las elecciones presidenciales del próximo 22 de abril.
La participación en la elección, el método de selección del candidato unitario y el nombre del abanderado son puntos clave que no han sido definidos. No obstante, la propuesta de acudir a las urnas electorales genera rechazo.
Las opiniones están divididas en Primero Justicia (PJ), Un Nuevo Tiempo (UNT) y Voluntad Popular (VP) entre los que señalan que la mejor opción es apalancarse en la convocatoria electoral para iniciar protestas, los que advierten que la MUD no puede regalarle seis años más de mandato al presidente Nicolás Maduro apelando a la abstención y los que opinan que es muy difícil participar en condiciones tan adversas y sin garantías.
Y en las filas de Acción Democrática (AD) se inclinan por ir al evento electoral. Su secretario nacional y candidato, Henry Ramos Allup, ha manifestado en varias oportunidades su aspiración presidencial y sentenciado que no reconocerá un candidato que surja de otro mecanismo distinto al de las primarias.
El expresidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, también se pronunció al término del proceso en Dominicana.
A su juicio, existen dos escenarios frente a los comicios fijados para los últimos días de abril. El primero es que los partidos se cierren completamente y la sociedad venezolana diga que no va a ir a unas elecciones si no hay garantías. El segundo, que la sociedad inscriba a una persona que considere será el representante de todos en una especie de lucha antisistema y que desnude todas las irregularidades del proceso.
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