Funcionarios de la GNB y de la PNB disolvieron la mañana de este jueves en la carretera Panamericana, una protesta que protagonizaban vecinos de El Valle y Coche contra dos procedimientos del Cicpc y de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), en los cuales murieron Junior José Avila Longares (23) y Yonheiberth Jesús Díaz Yovera (17).
Desde las 6 de la mañana, vecinos y familiares de los difuntos, obstaculizaron parcialmente el tránsito automotor para llamar la atención en el kilómetro 0 de la Panamericana. Dos horas más tarde fueron repelidos por los uniformados, quienes les dispararon perdigones y gas pimienta, lo que fue respondido por piedras y botellas por parte de los manifestantes.
El viernes 3 de agosto murió Junior Avila, al recibir un disparo cuando se asomó en una ventana y los funcionarios del FAES realizaban un operativo en la calle 18 de Los Jardines del Valle. A Yonheiberth le dieron un tiro en el cuello que le perforó la yugular el miércoles 8 a las 3 de la tarde, cuando se dirigía desde el sector barrio Nuevo, kilómetro 0 de la Panamericana, donde vivía, a jugar basket en una cancha de la urbanización Carlos Delgado Chalbaud, de Coche. De este hecho los parientes responsabilizan a funcionarios del Cicpc.
Ávila ya fue sepultado. En la morgue de Bello Monte se encontraban ayer los familiares de Yonheiberth esperando que les entregaran el cuerpo. Dijeron que el adolescente se graduó de bachiller y estaba haciendo trámites para ingresar a la universidad a estudiar ingeniería mecánica.
En ambos casos los funcionarios alegaron que se trató de enfrentamientos y “les sembraron” armas para justificar la acción; aseveraron los familiares.
Yonheiberth salió de su casa comiéndose una arepa, llevaba un balón y los policías lo abordaron cuando bajaba las escaleras para cruzar la autopista hacia Coche. Testigos contaron que soltó el balón, se colocó las manos en la nuca y a pesar de los gritos de los vecinos, le dispararon y se lo llevaron al hospital de Coche.
A la familia le informaron en ese centro asistencial que lo habían ingresado muerto.