A punto de cumplir los 20 años, con 52 partidos ya esta temporada, Andy Diouf solventó de tacón la presión rival en su campo, conectó con Xhaka, retomó el balón, comenzó una carrera trepidante, desbordó toda la estructura del Fiorentina y marcó el 1-1 en el minuto 70 con el que el Basilea construyó su remontada (1-2), culminada en el 92 por Amdouni entre la frustración local.
Rumbo al partido de vuelta de las semifinales de la Liga Conferencia en una semana en Saint Jakob Park, el golazo del 1-1 ya era un tesoro: nueve toques con la izquierda del centrocampista internacional francés en categorías inferiores, cedidos por el Rennes, sin interrupción de nadie, hasta que se perfiló para el golpe definitivo, para la definición perfecta fuera del alcance de Terrracciano para nivelar el 1-0 de Gustavo Cabral.
El valor ya fue incalculable con el 1-2 de Amdouni, en una de las últimas jugadas del choque, dos minutos por encima del tiempo añadido. Originado en una falta lateral, indescifrable para la defensa ‘viola’, con hasta dos remates del equipo suizo, el atacante firmó una victoria imprevisible. No fue extraña, en cualquier caso. No tuvo pegada hasta el tramo final, pero, cuando la tuvo, porque ya había dispuesto de ocasiones, resolvió el duelo.
Al Fiorentina no le bastó con el 1-0 de Cabral. El mejor goleador de este curso en el torneo no fue suficiente.
Tampoco su séptimo tanto en doce choques dentro de esta competición: en el minuto 25, en un saque de esquina botado por Biraghi, Martínez Quarta cabeceó hacia el corazón del área, donde el testarazo sutil de Cabral hizo el resto para marcar el primer gol de la eliminatoria, siempre en el filo de la mínima victoria local, como lució el marcador hasta el minuto 70, o del empate visitante, por obra y mérito de Andy Diouf, pero jamás, al menos por percepción, cerca de la victoria del Basilea, que ganó de repente. En el minuto 92.
Ahora es el favorito para la final, que sigue en el aire. Ni por la mínima diferencia en el marcador, ni por su condición de local en la vuelta, debe confiarse el Basilea, mucho menos con un rival como el Fiorentina. En octavos y en cuartos, el conjunto italiano perdió como local y se clasificó como visitante. Hay eliminatoria.
