La palabra «Tuberculosis» , la propuso en 1839, el alemán Johan Lukas Schonlin, enfermedad conocida como «Tisis Pulmonar».
El alemán Roberto Koch,( Premio Nobel de Medicina en 1905), descubrió el 24 de marzo de 1882, la bacteria que causa la Tuberculosis: «Mycobaterium Tuberculosis» o «Bacilo de Koch».
El Dr. Jose Ignacio Baldó, destacado galeno, dedicado a tiempo completo en la lucha contra la Tuberculosis en Venezuela, nació en San Cristóbal el 1 de agosto de 1898, hijo de Lucio Baldó Jara, de ascendencia catalana y Doña Delfina Soulés, de ascendencia francesa.
Don Lucio se desempeñó Ministro del Interior y luego Secretario de la Presidencia durante el mandato del general Cipriano Castro.
El joven José Ignacio estudió Medicina en la Ilustre Universidad Central de Venezuela, de donde egresó en julio de 1920.
En 1921, fue creada la famosa vacuna B.C.G, por los franceses Albert Calmette y Jean Marie Camille Guerin. (la «B» es de Bacilo).
Calmette desarrolló en 1894, el primer suero antiofídico utilizando suero de caballos inmunizados.
Baldó viajó a especializarse en Paris, pero una Afección Pulmonar lo obligó trasladarse a Davos-Suiza, donde recibió la adecuada atención hospitalaria.
Al recuperarse quedó como aventajado alumno, luego estuvo en Hamburgo y Munich, recibió magnifica preparación en: Anatomía Patológica, materia obligatoria para los tisiólogos.
Al Regresar a Venezuela en 1926, fundó con otros colegas la «Clínica Caracas», al siguiente año, inició trabajos en el área de la Salud Pública, y su afán por combatir la Tuberculosis, que desde 1905, ocupaba uno de los tres primeros puestos de mortalidad y en diez estados el primer lugar.
Baldó es de los primeros tisiólogos en trabajar en el Hospital Vargas de Caracas desde 1934.
En 1936, ingresó en la Ilustre Academia Nacional de Medicina, presentando la tesis :
«la Tuberculosis en los Niños de Caracas» .
Por cierto su primo José Antonio Baldó, el 4 de junio de 1904 , es de los fundadores de la Docta Corporación, ocupó el Sillón Nro.1, compartiendo con Luis Razetti, Francisco Antonio Rísquez y José Gregorio Hernández, entre otros distinguidos galenos.
En 1936, se creó el Ministerio de Salubridad, antigua dependencia del Ministerio de Agricultura y Cría.
El primer Ministro de Sanidad fue el eminente doctor valenciano Enrique Tejera, quien designó al Dr. Baldó para crear la División de Tisiología y la formación de los especialistas en esa área.
Casó en 1939, con Josefina Ayala con digna descendencia.
Al crearse en 1940, el Hospital de «El Algodonal», conocido inicialmente como Simón Bolívar, el doctor Baldó incluyó las especialidades de: Cardiovascular, Anatomía Patológica y Medicina Interna; Post Grados que más adelante asumió el Hospital Universitario de Caracas.
Baldó elaboró importantes programas de la salud, tomados en cuenta por la Organización Mundial de la Salud, (O.M.S), y por la Organización Panamericana de la Salud, (.O.P.S).
Se esmeró en la preparación de los «Médicos Rurales», algo inédito para la época.
El hospital «El Algodonal» con las iniciativas del Dr. Baldó, fue convertido en un Centro de Referencia a nivel Nacional e Internacional.
Con la llegada de la Estreptomicina y otros antibióticos en 1944, los índices de la mortalidad por Tuberculosis, fueron reemplazados por las Enfermedades Cardiovasculares y por el Cáncer.
En 1956, fue designado Profesor Honorario de la U.C.V.
Ejerció la docencia universitaria desde 1937 hasta 1972.
Continuó su apostolado educativo a pesar de estar jubilado desde 1965.
Sus alumnos y colegas por respeto y admiración lo denominaron:
«Mi Maestro».
Baldó poseía una vasta cultura adquirida durante su permanencia en Europa, profundizaba en las culturas egipcias, hindú y griega, aficionado a la lectura de los científicos alemanes y franceses.
Gran admirador de nuestro Libertador, por su vida y acción emancipadora, también por la connotación de su muerte y la de sus padres Don Vicente Bolívar y Doña María de la Concepción Palacios, a causa de la Tuberculosis.
El doctor Baldó, fue objeto de innumerables y merecidos reconocimientos nacionales y extranjeros, entre ellas, La Orden de El Libertador.
La Facultad de Medicina de la Ilustre Universidad de Los Andes, le otorgó el 11 de diciembre de 1956, el Título de » Profesor Honorario».
Falleció el destacado galeno en Caracas el 20 de noviembre de 1972, contaba setenta y cuatro años, muchos de ellos dedicado a la labor científica y divulgadora, con más de ciento treinta obras científicas.
Aplicaba el axioma del notable escritor mirandino Cecilio Acosta:
» La mejor luz no es la que se concentra , sino la que se difunde»
Fundó la Sociedad Venezolana de Tisiología, hoy Sociedad Venezolana de Neumonologia y Cirugía de Tórax.
Abanderado en la Sanidad Integral, que incluye, la prevención, la curación y la rehabilitación.
En su honor se creó la «Medalla de la Salud».
El auditorio de la Dirección de Salud del estado Miranda, el Complejo Hospitalario «El Algodonal» honran su preclaro nombre; igualmente varias promociones de profesionales de la Salud llevan con orgullo su epónimo.
Nos dejó estas aleccionadoras palabras:
» La atención medica, no puede ser diferente, tiene que ser una sola, lo mejor que se pueda, para todos los seres humanos» .
El 1 de agosto, su fecha natal, se celebra con mucha honra «EL DIA DEL NEUMONOLOGO Y CIRUJANO DE TORAX»
Eumenes Fuguet Borregales.
eumenes7@gmail.com
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