Los huecos son un común denominador en calles de Naguanagua y Valencia. Al norte y sur de la capital carabobeña, en algunas avenidas los conductores hacen una especie de zigzag para no caer en los hoyos y evitar que el tren delantero de los vehículos sufra algún desperfecto.
Al sur de Valencia, en la urbanización Ritec, cerca del puente Los Samanes, está un hueco que data desde hace varios meses. Esta situación se repite en la calle 80, del barrio La Libertad de mismo sector.
Otra de las zonas que no escapa de los huecos es la calle Roscio de Santa Rosa.
En el cruce de la avenida Branger con Michelena, los conductores también deben sortear un hoyo. A esto se le suma que en La Michelena, entre las avenidas Branger y Lara, donde los trabajos de asfaltado están inconclusos.
Al norte de la capital carabobeña, en la urbanización Prebo, predominan los huecos en la avenida 107 y la calle diagonal al edificio Ankara.
La avenida Bolívar norte no está exenta de esta realidad. Metros después de pasar el Tijerazo, en sentido norte – sur, está uno de los huecos; y en sentido contrario, pero a la altura del mercado La Granja, se ubica otro enorme hoyo en el que los conductores serpentean para evitar caer en el mismo.
A esto se le suman dos huecos en la urbanización El Recreo, frente al banco Mercantil.
En Naguanagua la situación es similar. Frente al centro comercial Los Mangos hay un hueco de vieja data.
Mientras que en las inmediaciones de Puente Bárbula se forman lagunas en los huecos y son pocos los conductores que logran salvarse de caer en ellos.