(Relatos ingeniosos de hechos y personajes)
Hace poco me fui al Puerto
cuna del viejo Vicente,
mi padre, sangre porteña,
servicial y buena gente
Y de pronto caminando
por el viejo malecón,
recordé a una poeta,
maestra de corazón
Y aunque hoy está en el cielo
sigo escuchando su voz,
en un verso quizás breve,
que una vez me regaló
¡Oí la voz del mar en el silencio!
Fragmento Paisaje al fondo de un espejo
Esa oración no es mía
pero sí de otra porteña,
la poeta Ida Gramcko
nacida por estas tierras
Y la voz hizo más larga
la oración que había iniciado,
y yo atento le escuchaba
digamos que algo extasiado
<La voz de la cigarra en la penumbra;
enlacé la columna con mi cuerpo
y al fondo del espejo vi una ruta,
los árboles y el cielo>.
Fragmento Paisaje al fondo de un espejo
Pero igual maestro Pío,
yo también tengo mis letras.
Y allí me recitó algo,
que mi mente bien recuerda
<El mar traía en sus olas
un gran tesoro escondido>
fragmento del poema “Niño Bonito” de Xiomara Malenche
Fue a través de aquella amiga
que conocí los poemas,
de la insigne Ida Gramcko,
y del Puerto, un emblema
O quizás, no conocí,
digamos que tomé el tema
un poquito más en serio,
y me acerqué a sus poemas
Esa amiga que les cuento
era Xiomara Malenche,
una excelente juglar,
de arte resplandeciente
(Xiomara Malenche Sánchez
Puerto cabello 08-10-1955
Neuquén-Argentina 11-05-2024)
Me contó que Ida Gramcko
nació un once de octubre,
en mil nueve veinticuatro,
bajo ese cielo salubre
<Las manos, como arañas, van tejiendo en sus giros
una red infinita de locura y de ensueño>.
Fragmento; poema Voz
Se dice que desde niña
abrazo muchos poemas,
su refugio fueron letras,
no podía ir a la escuela
A la edad de trece años
ya niña prodigio era,
al ganar su primer premio
de un concurso de poemas
<Con las manos atadas en cadena de miedo
me acerqué a las montañas,
y escoló como en alas la inquietud de mi anhelo
las grandiosas murallas>
Fragmento del poema inspiración
A la edad de quince años
se mudó para Caracas.
Sus poemas van fluyendo
de forma autodidacta
(Aunque se dice que se nutrió mucho leyendo la poesía, sobre todo a los poetas del Siglo de Oro español)
A los diecinueve años
trabaja en El Nacional
donde se hace reportera.
en periodismo policial
(Allí estuvo colaborando por casi 50 años)
Al año cuarenta y cinco
José Domínguez Benavides,
se convertiría en su esposo
¡En El Nacional coinciden
(Desde el año 1947 hasta el año 1963 colabora consecuentemente con la Revista Nacional de Cultura)
Al año cuarenta y ocho
el presidente Gallegos,
de encargada cultural
la envía a otros suelos
(En 1948, estuvo cumpliendo tareas diplomáticas en la extinta Unión Soviética)
Ya cumplidos los cuarenta
se gradúa en la UCV
título; Filosofía
¡Un sueño con candidez!
Y a la UCV regresa
convertida en profesora,
una catedra importante,
imparte esta escritora
(La Catedra se titulaba de «Poesía y poetas», Esto fue en la Escuela de Letras de la UCV, también fue profesora de Literatura en el Pedagógico de Caracas)
<Un erguido sollozo me levanta,
me hace andar en las cumbres, me encamina
hacia la azul montaña>.
Fragmento: La unidad del llanto
Ida, sufrió durante un tiempo de una psicosis,
durante ese lapso escribió <Poemas de una Psicópata>
de este libro ella nos cuenta
<Me alegra saber que, aún durante el sufrimiento de mi enfermedad, yo continué siendo poeta>.
A continuación, un fragmento de <Diablos>
<Esta vez, el diablo desechó los manjares. Cogió la uva verde, la masticó con un sonido avaro y se quedó mirando los restos de la rosa. Esta no llegaba hasta él. Sólo quizás el tallo por la corola encendida le impedía tocarla. Una rosa, cuando abre, es como un ser que dice: fluyo para que aquel ojo elegido pueda mirarme y admirarme. Cuando se admira, es como si temblaran las estrellas por dentro. Mas los diablos no saben admirar. Admirar es cubrir con la delgada túnica lo que está desnudo y decir: sólo existen los senos cubiertos por el sueño>.
Hay muchas de Ida
en diferentes posturas
todas muy elegantes
en su pequeña figura
Pero una foto emblema
de Ida en una butaca,
un cigarrillo en la boca,
mirada perdida y opaca
(El autor de la foto fue su tío materno Alfredo Cortina, 1960)
Algunas publicaciones
y unos reconocimientos,
les comento en esta parte
¡logros con gran sentimiento!
Ida Gramcko, fue poeta, ensayista y dramaturga. Es autora de los libros de poesía: Umbral (1942), Cámara de cristal (1943), Contra el desnudo corazón del cielo (1944), La vara mágica (1948), Poemas (1952), Poemas de una psicótica (1964), Lo máximo murmura (1965), Sol y soledades (1966), Este canto rodado (1967), Salmos (1968), Los estetas, los mendigos, los héroes (1970), Sonetos del origen (1972), Quehaceres conocimientos y compañías (1973), Salto Ángel (1985), Cantos a Perséfone (1988); Treno (1993) y Obras escogidas (1988). También publicó los libros de narrativa Juan sin miedo (1954) y la autobiografía Tonta de capirote (1972). Publicó los libros de teatro María Lionza (1956), La Rubiera (1956), La dama y el oso (1959) y Teatro (1961), y los ensayos "El jinete de la brisa" (1967), "Preciso y continuo" (1967), "Magia y amor del pueblo" (1970), "Mitos simbólicos" (1973), "Poética" (1983), Historia y fabulación en “Mi delirio sobre el Chimborazo” (1988) y el libro híbrido 0 grados norte franco (1969). Obtuvo los siguientes reconocimientos: Premio de la Asociación Cultural Interamericana (1942), Premio de Teatro del Ateneo de Caracas (1958), Premio de Prosa “José Rafael Pocaterra” (1961), Premio Municipal de Poesía (1962), Premio de Poesía de la Universidad del Zulia (1964) y el Premio Nacional de Literatura (1977)
(Sus padres fueron Henrique José Gramcko Brandt y Elena Margarita Cortina Gramcko, quienes eran primos hermanos)
Su única hermana (menor) Elsa Gramcko era artista plástico
Entre ellas dos existía mucho más que hermandad, por eso cuando Elsa murió (03 -03-19944), Ida mirando el féretro de su hermana muerta, exclamó; “Ya no tengo motivos para vivir” y esa noche en su hogar, le dio un derrame cerebral, que dos meses después la condujo a la muerte.
Tal vez, el dolor inmenso
la sedujo intensamente,
y ella ingenua se entregó
o tal vez, lo hizo consciente
< ¿Cree alguien en la calma de las tumbas,
en la paz de los muertos?
Quieren creer… ¡No lo han creído nunca!
Descansa en paz, solo es un gran deseo.
Descansa en paz, pero la paz no escucha;
descansa en paz, pero el descanso es ciego.
La muerte, insomne, mira hacia la lucha
y el sueño es el más íntimo desvelo>.
Es así que en aquel mayo
del año noventa y cuatro,
Ida Gramcko se nos fue
¡Entre letras, amigos, llanto!
Y yo frente al malecón
miro el mar y digo un verso.
¡Ida Gramcko, muchas gracias,
por tus letras y tu tiempo!
Esa hermosa poesía
de locura y misticismo,
ese temple de mujer
en tu época … un sismo
Hoy a voces que reclaman
un centenario de altura,
a la vida y a la obra
de esta grandiosa figura
Que responda la academia,
también la universidad,
las peñas con sus poetas
y honren con solemnidad
A la grande Ida Gramcko,
en este su centenario,
y se erija en Venezuela
su tesoro literario.
Y así…
Con el silencio del mar
seguí caminando un rato,
con Vicente, con Xiomara,
y los versos de Ida Gramcko