Un oficial de la Policía Nacional Bolivariana y un detective agregado del Cicpc, murieron en un mismo día, victimas del hampa desbordada en Caracas, para engrosar la cifra de 22 funcionarios, entre policías y militares, asesinados en lo que va del mes de noviembre a nivel nacional.
A consecuencia del estallido de una granada arrojada por un delincuente contra una alcabala móvil en la avenida intercomunal de El Valle, murió el martes el oficial Darwin Lorenzo Marcano Verdi (27), tras haber sido ingresado al hospital Miguel Pérez Carreño.
Junto con el se encontraban los oficiales Héctor José Alzuru (33), William Quero y Milagros Gutiérrez, quienes fueron alcanzados por las esquirlas expelidas por el artefacto al detonar. Todos fueron trasladados al hospital para ser atendidos.
Marcano Verdi tuvo amputación de la mano izquierda y en la tarde falleció. Una versión indicaba que una de las esquirlas había atravesado su cráneo, y otra que el oficial intentó deshacerse de la granada al recibirla y le estalló. Ninguna versión fue confirmada.
El oficial estaba adscrito a la Brigada Especial de Protección a las Víctimas, ubicada en la avenida Bolívar, tenía más de 5 años de servicio, era tercero de cinco hermanos, vivía en Prado de María y dejó una hija de 5 años.
Los funcionarios formaban parte de una alcabala o punto de control instalado desde hace varios meses y fueron atacados por una pareja en moto, cuyo parrillero arrojó el artefacto. Tras el atentado, hubo una persecución, los funcionarios ubicaron a uno de los implicados, quien murió al enfrentarse con la comisión. Su acompañante se dio a la fuga.
Las autoridades identificaron al grupo implicado en el hecho. Se trata de una banda delictiva liderada por un sujeto conocido como “Loco Leo”, proveniente del barrio El 70, de la parte alta de El Valle.
Horas más tarde reportaron el asesinato del detective agregado del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Erick Jesús Solórzano Arellano (27), cuyo cadáver fue hallado en el kilómetro 0 de la carretera Petare-Santa Lucía, frente a la bomba PDV.
Solórzano vivía en El Valle, estaba adscrito a la División Antiextorsión y Secuestro del Cicpc, y le quitaron la vida para despojarlo de su pistola Glock modelo 17, vehículo Ford fiesta color azul, placa ADZ-74M y dos teléfonos celulares.
Una llamada a través del 911 alertó a funcionarios de la Policía de Sucre, el cuerpo fue levantado y llevado al hospital Pérez de León, de Petare, y en sus ropas íntimas estaba su credencial de policía.
En lo que va del mes de noviembre han matado a 16 policías, dos altos oficiales de la Fuerza Armada y 4 guardias nacionales.
Con Solórzano ascienden a 66 los funcionarios, policiales o militares, que han sido asesinados en lo que va de año en La Gran Caracas.
