Relatos ingeniosos de hechos y personajes
Canoabo siempre me llama
para contarme sus cosas,
sus historias, de su gente
¡Semblanzas maravillosas!
Hace poco me contó
de un personaje valioso,
muy humilde, humanista,
y un corazón generoso
José Rafael Hernández
el exiguo personaje,
que hoy en su centenario
se le ofrece este homenaje
Había nacido “Rafal”
(Muchos le llamaban así y a él le gustaba)
en ese rincón cordial,
un veinticinco de octubre
¡Con el río en gran caudal!
(Era hijo de Socorro María Hernández y Rafael Tomás Coronel)
Además, tuvo “Rafal”
media docena de hermanos,
hoy también ya se han marchado,
y aquí paso a recordarlos
(Guillermina de Cortez, Margarita de Acuña, Socorro María Hernández, de Torrens, Tomás Hernández, y Miguel Ángel Hernández)
Dicen que doña Socorro
“crio” a sus muchachos sola,
los llamaba “los pelones”
¡Y los guio como farola!
Estudio este caballero
en su pueblito natal,
con humildad y esfuerzo,
siempre supo destacar
(Hizo sus estudios en la escuela primaria Luis María Acuña, hoy su nombre es Pimentel Coronel. También estudio en la Escuela Unitaria Canoabo, actualmente funciona allí la U.E. Francisco Acuña Barreto)
Con Carmen Cleomira Pinto
muy bella familia funda,
con valores sin igual,
y una hermandad profunda
(Sus hijos fueron Luis Rafael, Rolando José, Marcos Tulio, María Ernestina, Raíza Josefina, José Rafael, Carmen Julieta… todos Hernández Pinto.
Ejerció como maestro,
también fue su director,
en la escuela Valle Hondo,
compromisos con honor
Se incorpora a la tarea
de dirigente social,
alcanzado algunos cargos
de importancia local
En Bejuma es concejal,
y presidiendo el concejo
logra para su Canoabo,
algunos buenos festejos
(Además las calles de Canoabo cambiaron de calles de barro a calles de cemento, por gestión de este personaje. Se dice que fue por allá a principio de los años 70)
Su casa aún se conserva
en muy excelente estado,
muy cerquita de la plaza
¡Un referente obligado!
(La dirección de la casa es ahí en la avenida Bolívar cruce con calle Coronel, número 12, antigua calle Caramacate)
Fue Columnista también
del diario Notitarde,
con <Tópicos de Canoabo>
letras, historia y arte
Así que José “Rafal”
como muchos le decían
era un hombre intelectual
de varios temas conocía
(Historia, leyes, geografía, cultura y tradiciones, entre otros temas más)
Padrino de mil muchachos
y de muchos ¡Un compadre!
Era un hombre amiguero,
de valor inquebrantable
Era El Huerto del Retiro
su sitio de recreación,
y entre sancochos y amigos,
disfrutaban un montón
Era un sitio tan famoso
que hasta tiene una parranda
<Canto al Huerto del Retiro>
¡De cuando en cuando se canta!
<En el Huerto del Retiro
un sitio recreacional
donde Rafael Hernández
pasaba alegres tardes
en compañía de amistades
fundador de aquel lugar>
Estando en vida recibió
varias condecoraciones,
por su esfuerzo y su trabajo
¡Con lágrimas y emociones!
Orden Sol de Carabobo
Otorgada por el gobierno de Carabobo
en manos del Dr. Enrique Salas Römer.
Orden Ciudad de Bejuma.
Hijo Ilustre de Canoabo.
Además, vale decir
que su nombre está encriptado,
en dos sitios de Canoabo,
donde es bien recordado
La manga de Coleo de Canoabo se llama <José Rafael Hernández>
La biblioteca de la <ETA> Escuela Técnica Agropecuaria <Carlos Sanda>, también lleva su nombre
Así que por todo ello
el veinticinco octubre
año dos mil veinticuatro
son cien años, que ahora cumple
Y en esa fecha en la plaza
hubo poemas y bailes,
su máquina de escribir,
anécdotas y compadres
Y de sorpresa también
entre odas y elegías
la poeta de Canoabo
recitó con maestría
Carmen Julieta Hernández
algo nerviosa leyó
para su padre “Rafal”
algo que me conmovió
<Un centenario de amor,
centenario de cariño,
pa’ José ‘Rafal” Hernández,
de Canoabo el gran amigo
Fuiste un padre ejemplar,
Muy honesto y popular,
en hijos, familia y amigo,
te entregaste sin igual
Por eso donde tú estés
¡Gracias mi padre querido!
Más que segura estoy,
que por Dios serás bendecido
Gracias a sus amigos
por venir a acompañar
este sencillo homenaje
al noble José “Rafal”
Aquí en su lindo Canoabo,
en su plaza magistral
por sus calles, los caminos
y ahí en su casa natal
(Carmen Julieta Hernández)
Y después se oyó la voz
de su nieta Oriana Hernández
con un bonito pasaje
remembranza agradable
(A Oriana Hernández le llaman la Gordita de Oro de Canoabo)
Y la letra de ese pasaje es del gran compositor canoabero Félix Sequera)
Allí estuvo Edgar Silva
un cantor de Montalbán,
también Eleazar Cedeño
el barbero de “Rafal”
La señora Carmen Parra,
Gregorio Palencia, el pintor,
Ahijados, familia y amigos,
muy hermosa reunión
Fue un muy sentido homenaje
para don “Rafal” Hernández.
de amigos y familiares
que quisieron recordarle
Por cierto, de la amistad nos decía José Rafael;
<La amistad se valora en momentos de melancolía
con trabajo, esfuerzo y valentía>
Muchas gracias mi Canoabo
por contarme este relato,
de ese hijo, que imagino,
que es de ti un orgullo grato.
Don Pío Lara