A la británica Ghislaine Maxwell, mano derecha del magnate Jeffrey Epstein y acusada de colaborar con él en varios casos de tráfico sexual con menores, se le halló este miércoles culpable de cinco de los seis delitos por los que le juzgaba un jurado de Nueva York, según han informado varios periodistas presentes en la sala.
El jurado, que comenzó sus deliberaciones el pasado lunes 20 de diciembre, encontró a Maxwell, quien acaba de cumplir 60 años, culpable de los cargos más graves, incluido el de «tráfico de una menor», un delito que por sí solo puede costarle hasta 40 años de prisión.
Los observadores creían que las deliberaciones del jurado estaban favoreciendo a Maxwell porque muchas de sus peticiones de revisar declaraciones y pruebas iban en el mismo sentido de las dudas planteadas por la defensa de la británica sobre la inconsistencia de las pruebas.
Comprometedores testimonios anónimos
Esas pruebas se han basado principalmente en los testimonios de cuatro mujeres -de las que tres pidieron y consiguieron el anonimato- que declararon haber resultado contactadas y engañadas por Maxwell para que se trasladasen a algunas de las mansiones que Jeffrey Epstein poseía y donde, con la denominación de «masajes», las sometió a abusos siendo ellas menores de edad.
Finalmente, el jurado encontró a Maxwell culpable de cinco delitos, que van desde el «transporte de una menor con fines de tráfico», a la «conspiración en tráfico de menores» o «incitación» a viajar para mantener actividades íntimas, entre otros.
Según los presentes, Ghislaine Maxwell no lloró ni perdió los nervios al escuchar la lectura del veredicto que puede significar que pasará el resto de su vida en prisión; se dedicó a tomar sorbos de una botella de agua y a susurrar al oído de una de sus abogadas. EFE