(Relatos ingeniosos de hechos y personajes)
De nuevo llegó diciembre
y en el mundo hay alegría,
nos llega la navidad,
tiempos de paz y armonía
En los hogares ya brilla
ese bonito arbolito,
y el nacimiento recuerda
al mesías, nuestro niñito
Pero hoy quiero contarles
de una experiencia vivida
en el Museo Casa Páez,
de mi Valencia querida
Resulta que los vecinos
que hacen vida por la zona,
llevaron a cabo un acto,
en esa vieja casona
¡El Encendido de la Corona de Adviento!
Al frente de la jornada
estaba David Osio,
coordinador del Museo,
por supuesto amigo mío
Gran parte del personal
también estuvo presente
acompañando el evento,
con atención excelente
Además, se presentó
una hermosa romería
¡Pastores Niño e’ Piedra!
Que de San Blas llegaría
(La Romería de los Pastores del Niño de la Piedra, es una tradición que está echando raíces en la parroquia San Blas desde el año 2020, y es una manifestación de traslado que nos llegó desde la población de Albarico en el estado Yaracuy. La trajo Pío Lara con la anuencia de Los Pastores del Niño de la Piedra de Albarico, estado Yaracuy y el visto bueno en San Blas del Padre Julio Rodríguez, párroco de San Blas para ese año. Esta romería puesta en escena con el Movimiento de Expresión Folclórica <Travesura Cultural> y las familias Montero Bolívar, la Familia Arcay y la familia Suarez, en otros vecinos del sector, contando hoy en día con la bendición del Padre Eduardo Pereira.)
Allí llegó ese niñito
en su nicho de madera,
con su imagen de inocente,
al son de parranda buena
(Los versos que se cantan a este niño son versos hexasílabos y de pie forzado, y son los mismos del niño yaracuyano.
La imagen que hoy representa al Niño de la Piedra fue elaborada por el artista plástico Pedro Márquez, oriundo del estado Nueva Esparta, el Imaginero de Travesura Cultural y de Venezuela)
“A la casa Páez
ya viene llegando
el Niño e’ la Piedra
para visitarlo
Salió de Albarico
y a San Blas llegó,
y entre bendiciones
aquí se quedó”
Seguidamente se habló
de otra hermosa tradición,
que se dio ahí en Catedral,
hace un tiempo, y con fervor
<Las lavanderas y el Niño Jesús del Cabriales>
(Nos cuenta el profesor Edgar Lizardo y la profesora Alecia Castillo que, a principios del siglo XX, las lavanderas que bajaban a lavar al río para época decembrina colocaban un pesebre que llamaban el Niño Jesús del Cabriales, y de vez en cuando se acercaban los parranderos a entonar sus versos tanto al Niño como a las lavanderas)
Sería esa presentación,
¡Muy breve obra de teatro!
Que arrancó en los asistentes,
risa y varios comentarios
Pues la obra nos relata
lo que sabían las lavanderas,
y lo que a diario sucedía
en esas casas solariegas
Aquí uno de los versos del canto de lavanderas del Cabriales
Lavando aquí
lavando allá
para el Cabriales
voy a lavá
Ojalá llegue Yolanda,
que llegue María y Leonor,
que les tengo un chismecito,
del señor gobernador
Lavando aquí
lavando allá
para el Cabriales
voy a lavá
*Este canto de lavandera lo interpretó la maestra Marisela Peraza Mijares)
De toda esta actividad nos comentó la Profesora Anamaría Correa, presidente de la Sociedad Amigos de Valencia lo siguiente: “Precioso todo, gracias Travesura Cultural y Pío Lara, cultores de nuestra tierra.”
Pero realmente la cita
tenía un motivo muy cierto,
bendecir y compartir,
por la Corona de Adviento
(La Corona de Adviento es un símbolo cristiano que la Iglesia Católica promueve como medio privilegiado para avivar el espíritu de espera y preparación para la Navidad)
(Adviento es una palabra que deriva del latín adventus, término que significa “llegada”. Algunos relatos históricos señalan esto como una tradición eclesiástica que surgió en torno al siglo IV y V. La misma fuente apunta que, pese a lo anterior, la mayor parte de esta herencia cultural viene de la Edad Media y del siglo XIX, siendo en 1839 el tiempo en que apareció, por primera vez, la Corona de Adviento.
<National Geographic>)
Esa corona de adviento
es redonda, infinita,
con ramas de abeto o pino,
puede llevar florecitas
Se colocan cuatro velas,
algunos colocan cinco,
esa quinta la conocen
como la vela de cristo
Tres son de color morado
significan penitencia,
la cuarta color rosado,
alegría, complacencia
Diciembre el primer domingo
se enciende solo una vela,
y en las semanas siguientes,
cada domingo otra vela
En cada encendido se dice
que se ofrecen oraciones,
con la familia y amigos,
entre cuentos y canciones
Este precioso ritual
se cumple en el Museo,
desde el principio del siglo,
para muchos un deseo
(Esta hermosa tradición se inició por allá en el año 2000)
El amigo Luis Ovalle,
Oswaldo Feo Caballero,
promotores principales,
de esta fiesta que hoy tenemos
Por supuesto se integraba
el personal del museo,
y muchas instituciones,
llevando buenos deseos
Y justo se colocaba
esa corona de adviento,
en una mesa adornada
al lado del nacimiento
(En el pasillo que une la vieja casona con el área nueva del museo)
El párroco de la iglesia
se acercaba muy contento
para darle bendición
a corona y nacimiento
Luego había el compartir
de aguinaldos y parrandas
cantos de Coro y cuentos
que alegraban la velada
(El compartir consistía de degustar chocolate caliente, los churros, arepitas dulces, trozos de queso llanero y una torta de pan, cuadritos de chocolate y una famosa torta de auyama con un toque personal de Luis Ovalle, que obvio la distinguía de las demás tortas de pan de la ciudad)
Además, existe un canto
que nunca puede faltar
del maestro Pedro Paiva
¡Agua de Dios señorial!
“El agua viene de Dios
y al hombre, no le hace daño,
el agua viene del cielo,
y es para bien del humano”
Estos actos se suspenden
por allá en dos mil trece,
y en al año veintitrés
de nuevo el acto florece
Gracias hermanos Bordones
por impulsar esta etapa
y David Osio igual,
¡Valencia les da las gracias!
Por cierto, que estos hermanos
brindaron una bebida
“Amor sin fin” se le llama
¡Exquisita y distinguida!
(Esa bebida tiene una receta secreta, pero que en algún momento fue compartida por el cronista Oswaldo Feo Caballero con los hermanos bordones, quienes guardan el secreto, pero comparten la bebida)
Alcánceme una copita
De “Amor sin fin” por favor
para brindar esta tarde
con mi futuro y gran amor
(Tenemos que agradecer, además, a Xiomara Matheus, Karelis Canelón, de Cegaven; María Consuelo Diaz y Elisabeth Diaz, María Fernanda Mendoza, de FIGA; a la Sociedad Amigos de Valencia, en la persona de Anamaría Correa y Juan Carlos León Berástegui. Por cierto, que el amigo Juan Carlos, me aportó unos datos para esta reseña… gracias)
De verdad que esta vivencia
menester es conservarla,
pues Valencia y su memoria,
merecen siempre abrazarla
Así es que desde ya
yo quisiera invitarlos,
para que el próximo año
usted venga a acompañarnos
Y disfrute con nosotros
de esta hermosa tradición,
en el Museo Casa Páez,
muy flamante institución
Casa repleta de historia
por cada rincón que pases,
frescos, jardines, vivencias,
un museo con mucha clase
Terminado ya el evento
prometimos regresar,
en el próximo diciembre
y el adviento celebrar
“Te enciendo esta vela
Corona de Adviento,
y al Niño Jesús
espero contento
Pues él significa
la hermosa hermandad,
mensaje de Dios
en la navidad”