El manager Enrique Reyes reunió a sus peloteros frente al dugout de la derecha en el Estadio Universitario, antes de la práctica previa al tercer encuentro de la temporada entre Magallanes y Leones.
La conversación fue corta, concisa. Minutos más tarde, la totalidad de los infielders del roster de los Navegantes ocuparon posiciones en el cuadro y los coaches de Reyes se encargaron, fungo en mano, de batearles roletazos durante unos 45 minutos.
El buque ha navegado por las aguas turbulentas de los errores y antes de iniciar la jornada del martes sumaba 40 pifías, casi el doble de las cometidas por Bravos de Margarita, el segundo equipo más errático en la campaña 2019-2020, con 23 marfiladas. Esta semana el calendario cruzará su meridiano y los Navegantes necesitan ajustes urgentes con el guante, si quieren seguir a flote, dejar el sótano de la clasificación y colocar la proa con rumbo a la tierra prometida, en enero.
“No hemos hecho el trabajo en la defensa. Ese ha sido el gran problema. Los errores no han sido sobre jugadas difíciles, sino de rutina. Creo que es una mezcla de fallos mentales y mecánicos. Entonces, no queda otra que trabajar en lo mental y en lo físico. Si componemos la defensa, vamos a ganar muchos juegos”, destacó el piloto Reyes. “Fíjate que llegó (el dominicano Raúl) Navarro, que se destaca por su defensa, y se contagió, falló jugadas”.
“Hay que practicar y hablar con ellos. Hay muchas maneras de platicarles, dependiendo de la situación”, continuó el estratega mexicano. “En ocasiones hay que hablarles tranquilo, en otras hacer un meeting o explotar. Hemos hablado de todas formas. Así que esperemos que esto comience a cambiar”.
Los yerros de los navieros han incidido en 26 carreras sucias, la mayor cantidad en la liga. Algo que produce un desgaste extra en los lanzadores, que deben esforzarse en sacar innings de cuatro y cinco outs, con mucho tráfico en las almohadillas.
“El desgaste no es sólo para los pitchers, a mí me va a dar un infarto de ver cómo hemos jugado”, confesó Reyes. “Pero es parte del juego, yo tengo mucha confianza en que esto se va a componer y que los muchachos harán su trabajo”.
Los abridores del Magallanes, que cerraron la tercera semana del torneo con registro de 4-4 y 3.35 de efectividad, podrían tener mejores estadísticas, pero sin respaldo de los infielders, que han cometido 32 del total pifias de la nave, darle la posibilidad al equipo de ganar se ha convertido en una tarea titánica.
“La verdad nosotros siempre hemos tenido muy buenos abridores y ya llegó este muchacho (Wilfredo) Boscán. Los abridores han hecho muy bien su trabajo y los relevos. Desde ese punto de vista, vamos a estar mejor”, abundó Reyes. “Pero claro, después de los errores vienen los hits que caen allí detrás y los batazos bien bateados. Todo se conjunta y llegan las derrotas”.
Además de las marfiladas y el evidente daño que le han hecho al pitcheo de los bucaneros, el relevo intermedio no ha sido del todo efectivo. Magallanes ha perdido seis encuentros en los que ha estado ganando después del quinto inning. Ha sido difícil hacer el puente entre el iniciador y el cerrador panameño Manny Acosta, que suma tres salvados en cinco oportunidades.
Los relevistas navegantes marchan con un promedio de 5.22 carreras limpias, el tercer peor de la liga, y un elevado WHIP de 1.60.
“Podemos mejorar”, insistió Reyes. “Le digo a mis muchachos, que nosotros no sólo tenemos que venir con la mentalidad de ganar, sino de dar el 100%, cada uno, y ese 100% individual sumará para darnos juegos ganados. Algún día vamos a perder porque el contrario fue mejor, pero al final estoy seguro que vamos a ganar más partidos de los que perderemos. Mentalidad, trabajo y jugar bien. En ese orden. De eso se trata”.
Prensa LVBP.
