El presidente de Vox, Santiago Abascal (i), y el candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, Francisco Serrano, tras conocer los resultados en las elecciones. (Foto EFE)

El partido ultraderechista Vox irrumpió hoy con fuerza en las elecciones de la región española de Andalucía, en las que logró 12 diputados y puede tener la llave de la gobernabilidad tras la fuerte caída del Partido Socialista (PSOE) que significa la pérdida de la mayoría para la izquierda.

Con el recuento de votos prácticamente finalizado, los resultados arrojan un auténtico terremoto en el mapa político español, ya que los partidos de centro y derecha tienen por primera vez la posibilidad de lograr el poder en Andalucía, una región que ha estado gobernada de forma ininterrumpida por el PSOE durante 36 años.

Es la primera vez en décadas que la ultraderecha entra en un parlamento español, aunque sea regional, y tiene lugar en unas elecciones que habían sido analizadas en clave nacional, dentro del intenso año político que está viviendo España.

El Partido Socialista volvió a ganar las elecciones, pero fue una victoria amarga, al cosechar su peor resultado en Andalucía con 33 diputados (y una pérdida de 14).

En segundo lugar quedó el Partido Popular (PP, conservador) con 26 escaños y una pérdida de 7, mientras que los liberales de Ciudadanos (C’s) despegan con 21 diputados desde los 9 que tenían antes.

La coalición izquierdista Adelante Andalucía obtuvo 17 escaños, con una pérdida de tres.

Finalmente está la fuerte entrada de Vox, que obtiene cerca del 11 % de los votos y 12 diputados, después de que hasta ahora España se había librado de la emergencia de partidos ultraderechistas y xenófobos en los últimos años en países europeos como Alemania, Francia, Italia, Suecia u Holanda.

Todo ello hace que una hipotética coalición PP-C’s-Vox tenga la mayoría absoluta (son necesarios 55 diputados de un total de 109).

Pero en un Parlamento regional muy fraccionado que no hace fácil vislumbrar posibles coaliciones, tres dirigentes se ofrecieron para encabezar el futuro gobierno, que necesariamente deberá reunir los votos de tres partidos.

La presidenta regional saliente y candidata del PSOE, Susana Díaz, reconoció con gesto apesadumbrado el mal resultado de su partido pese a la victoria, y atribuyó el fuerte descenso a la baja participación, ya que «muchos» de sus votantes «se quedaron en casa».

Según el último dato oficial hasta ahora, dos horas antes del cierre de las mesas había votado el 46,47 % del electorado, lo que supone el mínimo histórico en la región.

Además, Díaz se ofreció a encabezar un frente para evitar que la extrema derecha tenga la llave del poder.

En Madrid, el «número dos» del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, consideró «preocupante» y una «mala noticia para el sistema democrático» el ascenso de Vox, y recalcó que «en Europa este tema estaría resuelto: los demócratas hacen frente a los populismos de extrema derecha» y pidió que en España se haga los mismo.

El líder regional del PP, Juan Manuel Moreno, se ofreció también como partido de centro o derecha más votado a encabezar una alternativa a los socialistas.

Y el presidente nacional del mismo partido, Pablo Casado, celebró el «resultado histórico» del final de la mayoría de izquierda, afirmando que el PP tiene un «mandato inequívoco».

Casado no tardó en extrapolar los resultados al plano nacional y consideró la jornada un «fracaso histórico» del presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, al que recomendó que «vaya pensando en convocar elecciones» legislativas.

Una cuestión clave es si C’s pactaría con Vox, pues el principal valedor de la formación liberal en Europa es el presidente francés, el liberal Emmanuel Macron, cuyo gran enemigo interno es el ultraderechista Frente Nacional de Marine Le Pen.

Sin embargo, el líder de C’s en Andalucía, Juan Marín, no lo rechazó a priori, al afirmar que «hoy hay diputados que suman para ese cambio».

Pero el líder nacional de C’s, Albert Rivera, apuntó a un intento de llegar al poder andaluz con el apoyo de PP y PSOE, ya que a pesar de ser el tercer partido, los otros dos sufrieron serias pérdidas y Ciudadanos logró un fuerte aumento.

Pablo Iglesias, líder nacional del izquierdista Podemos, proclamó una «alerta antifascista» y pidió una movilización ciudadana general contra Vox.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, celebró triunfalmente el resultado de su partido, hasta ahora residual, pero no dio pistas sobre una futura política de pactos. «Algunos se reían, pero nunca tiramos la toalla», recordó sobre los difíciles inicios de su formación.

A pesar de ser unas elecciones regionales, estos comicios tenían un fuerte componente nacional, ya que fueron los primeros tras la llegada de los socialistas de Sánchez al Gobierno, en junio pasado, y el resultado de hoy multiplicará las peticiones de la oposición para que el jefe del Ejecutivo llame a una elección general.

Además, España celebra elecciones municipales, regionales y europeas en 26 de mayo, y los resultados de Andalucía serán analizados también sin duda en ese contexto. EFE




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