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Las cinco calles del sector 3 de Caña dulce están completamente colapsadas. Los vecinos de la comunidad han tenido que tomar medidas para adaptarse. Foto: Paola De Freitas.

Para llegar a su hogar María Olaizola debe calzarse botas plásticas y remangarse los pantalones. Es un procedimiento que hace a diario para evitar el contacto con las aguas negras que inundan toda la calle. La cotidianidad de quienes habitan en el sector 3 de Caña Dulce, en el municipio Carlos Arvelo, es particular porque implica convivir entre lagunas pestilentes.

Las cinco calles del sector 3 de Caña dulce están completamente colapsadas. Los vecinos de la comunidad han tenido que tomar medidas para adaptarse. “Tenemos un centro de acopio en la otra esquina donde dejamos la botas y nos ponemos los zapatos. En la tarde cuando venimos de regreso las recogemos”. Según Olaizola, esa es la única forma en la que pueden salir a trabajar.

La problemática del desbordamiento de cloacas tiene aproximadamente 17 años, pero la situación se volvió crítica desde hace 1 año. En el sector viven personas en sillas de rueda, en cama, mujeres embarazadas, niños y adultos de la tercera edad que se ven profundamente afectados. Son aproximadamente 920 habitantes y más de 300 familias las que padecen dificultades debido a la problemática.

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A algunas casas se les filtran las cloacas por debajo, y las humedades en las paredes están más arriba de 1 o 2 metros. Foto: Paola De Freitas.

Olaizola narró que es madre de un niño con discapacidad, que no ha vuelto a salir debido a que es imposible que una silla de ruedas pase por el estancamiento de aguas servidas que tiene unos 50 o 69 centímetros de profundidad y que se extiende desde el inicio hasta el final de la calle donde está situada su casa.

“No nos bañamos en el baño, nos bañamos en el porche o en los patios”. Esa es otra medida que han debido tomar, porque las aguas servidas se devuelven por los inodoros y cuando llueve se inunda el interior de las casas. Además, las cloacas se filtran con las aguas blancas lo que ocasiona que el líquido que sale a través de las tuberías sea maloliente.

La temporada de lluvias empeora todo. Jennifer Castellanos, otra vecina del sector, explicó que su vivienda es una de las más afectadas, pues siempre se inunda. Ella tiene tres niños, uno de meses, uno de 3 años y otro de 5 años que presentan erupciones en la piel por tener contacto con las aguas negras.

Los vecinos concuerdan que el problema va más allá de tan solo el colapso. Denis Sosa recordó que incluso cuando no llueve, las aguas negras siempre están en el mismo nivel. La vecina señaló que ya a algunas casas se les filtran las cloacas por debajo y la humedad en las paredes supera el metro.  “Todo se está deteriorando por el problema de las cloacas”.

Sosa está embarazada de 22 semanas y sufre de preeclampsia. Para ella es muy difícil salir a los centros asistenciales más cercanos para tomar su tensión arterial. Sus vecinos tienen que ayudarla, le prestan botas. Denis también tiene una hija pequeña de 3 años de edad, que sufre de enfermedades respiratorias a causa los olores que emanan de las cloacas.

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Hay basura acumulada en varios sitios del sector Caña Dulce. Además, en las aguas negras proliferan insectos y culebras. Foto: Paola De Freitas.

Gritos de auxilio

“Es injusto que nosotros vivamos en estas circunstancias, ya no hayamos a donde ir, ya no hayamos a donde llamar, ya no hayamos que hacer” dijo María desesperada por recibir respuestas ante la extrema situación. Señaló que ya han denunciado la problemática ante la alcaldía, Hidrocentro y hasta han enviado fotos y videos a través de redes sociales al gobernador del estado Carabobo, Rafael Lacava.

Los habitantes proponen varias soluciones, pero necesitan que los organismos competentes asistan con maquinarias para verdaderamente lograr un cambio. María Olaizola explicó que como una primera medida lo que requieren es que se limpie el caño de Tinaja, donde desembocan las aguas fluviales.

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Las 5 calles del sector 3 de Caña Dulce en el municipio Carlos Arvelo están completamente inundadas. Foto cortesía.

Leonardo Fernández, miembro de la mesa técnica de agua de Caña Dulce, denunció que hace casi 8 años que no se hace una limpieza del caño de Tinaja. Explicó que aunque han evaluado la decisión de intentar hacerlo por sus propios medios, estarían corriendo un riesgo porque hay culebras venenosas dentro del caño.

Otra solución que propone Fernández es limpiar las cloacas con maquinarias. Recordó que cuando se realizaron elecciones a gobernador, al sector llevaron camiones tipo Vacuum que estuvieron succionando desechos por dos días. “Bastante que ayudó, claro no fue suficiente, pero bastante que ayudo esos dos días”.

La dramática situación de las cloacas en Caña Dulce tiene su origen en errores del pasado. Fernández explicó que cuando se diseñó la obra hubo un mal cálculo y la comunidad quedó ubicada en una especie de hueco, por esa razón se construyó un sistema de bombeo que debería succionar las cloacas hasta el sistema principal de Caña Dulce. Hace 14 años que el sistema no funciona.

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Los habitantes de la urbanización Caña Dulce viven entre aguas negras. Foto: Paola De Freitas.

Culebras y basura

En el sector 1 y 3 de Caña Dulce las montañas de basura se observan en los terrenos vacíos. Desde hace un tiempo a causa de las inundaciones por las cloacas los camiones de aseo no pasan constantemente por el sitio, lo que ha propiciado una acumulación desechos impresionante.

Detrás del preescolar de la comunidad se observa el montón de basura, que pone en peligro a los niños, pues los vecinos cuentan que de allí salen culebras muy venenosas. Fernández aseguró que la cantidad de serpientes venenosas que se han matado en el patio trasero de la institución es elevada.

La basura se ha acumulado en varias zonas de la comunidad porque los camiones de aseo no pasan debido a las aguas negras que inundan las vías. Foto: Paola De Freitas.

A lado, en la cancha deportiva, ya han matado 14 culebras mientras los niños practican deportes. Carmen Buchanan vive justo al frente del botadero de basura de la comunidad. Su casa tiene las ventanas y puertas totalmente cerradas porque las cucarachas y las serpientes la atemorizan. “Todos los días veo esas cosas. Ayer estaba un perro entre la basura y lo mordió una culebra.”

El llamado de los habitantes es a que las autoridades visiten la comunidad y resuelvan la situación de las cloacas, que ha producido múltiples problemáticas que afectan a todos de formas muy graves y peligrosas.

El equipo de El Carabobeño intentó obtener declaraciones de representantes de algunos organismos gubernamentales del estado para que explicaran más sobre el caso. El subgerente de Hidrocentro, Pedro Morales, desvió las llamadas telefónicas y los mensajes a través de la plataforma de mensajería instantánea WhatsApp fueron ignorados.




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