Las dos Coreas iniciaron hoy su primera reunión en más de dos años, un encuentro centrado en facilitar la participación norcoreana en los Juegos Olímpicos de Invierno pero en el que también se va a tratar de apaciguar la tensión regional, informó a Efe el Ministerio de Unificación del Sur.
El encuentro, que arrancó puntual a las 10.00 hora surcoreana (1.00 GMT) en la aldea de Panmunjom, en la militarizada frontera intercoreana, es el primero de alto nivel desde diciembre de 2015 entre ambos países -que técnicamente siguen en guerra desde hace más de 65 años y no mantienen oficialmente relaciones diplomáticas-.
La participación norcoreana en los Juegos Olímpicos de Invierno que tendrán lugar en febrero en el condado surcoreano de PyeongChang podría rebajar la tensión regional después de un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas norcoreanas y el tono beligerante con el que ha respondido al régimen el presidente de EEUU, Donald Trump.
Antes del inicio de la reunión los líderes de ambas delegaciones, cada una compuesta por cinco miembros, han pronunciado sus respectivos discursos inaugurales, según detalló una portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano.
Al frente de la norcoreana está Ri Son-gwon, que dirige el Comité para la Reunificación Pacífica de Corea, mientras que la del Sur está encabezada por el ministro de Unificación, Cho Myoung-gyon, al que acompañan dos de sus viceministros y otros dos vice titulares de Deportes.
"Vamos a esforzarnos para que los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de PyeongChang sean un 'festival de la paz' y un primer paso para mejorar las relaciones intercoreanas", ha dicho Cho a los medios antes de partir hacia la frontera.
"De cara a cumplir las expectativas de la gente, no vamos a acelerarnos y vamos a mantener las conversaciones con calma", añadió, en declaraciones reproducidas por la agencia Yonhap.
La reunión llega después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, agradeciera en Año Nuevo la predisposición dialogante mostrada por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y expresara su deseo de mejorar lazos con el Sur y enviar una delegación a los Juegos de PyeongChang.
También se produce después que Seúl y Washington acordaran retrasar sus maniobras militares anuales -las cuales el régimen considera como un ensayo para invadir su territorio- hasta después de la cita deportiva.