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Kiansy Garnica acusa a vecinos y a efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, de golpear y degollar a su hijo Heber Giovanny Escobar Garnica, de 34 años, chofer de oficio, quien estaba desempleado y andaba con una carpeta bajo el brazo llena de currículums que salió a entregar por Boleíta la mañana del miércoles 24 de septiembre.

Vivía en San José de Río Chico, estado Miranda y se estaba quedando en la casa de su mamá en el sector Jardines del Ávila, km 9 de la carretera Petare-Guarenas, mientras buscaba trabajo.

Había quedado cesante luego de trabajar muchos años en la pollera Galipán, era padre de dos hijos, de 13 y 14 años y mayor de los siete hijos de Kiansy.

-Yo no desmayaré, demostraré con pruebas la inocencia de mi hijo, porque el andaba buscando trabajo, no era delincuente, nunca estuvo preso, ni siquiera una multa le llegaron a poner manejando.

La mujer narró entre lágrimas cómo colgaron en las redes sociales un video donde se observaba a Heber recibiendo golpes y patadas de los vecinos. Vestía una franela vino tinto y un mono negro y blanco. También lo exhibieron atado a un poste con un cartel pegado encima señalándolo de ladrón.

Ella se trasladó a Boleita, cerca del barrio La Lucha, donde acusaron a Heber de formar parte de “una megabanda”.

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-Miren al jefe de la megabanda –decía Kiansy mostrando una por una las seis páginas cada una con más de 20 firmas que recogieron sus vecinos para dejar testimonio de que conocían a Heber como un hombre honesto.

-Defenderé a mi hijo hasta el último aliento, les voy a demostrar que mataron a un inocente. Esto no se queda así. Véanme la cara, no tengo miedo, si quieren matarme, mátenme.

Ella se enteró el jueves que se lo habían llevado preso, fue a verlo al comando de la GNB y no se lo permitieron. Luego recibió una llamada en la que le pedían 1.000 dólares para soltarlo, y el viernes le avisaron que Heber tratando de huir se degolló al lanzarse de una patrulla.

-Mi hijo está irreconocible, no tiene rostro, está muy golpeado, lo identifiqué y sé qué es el por sus tatuajes. Si no se hubiera hecho esos tatuajes todavía estaría como una loca buscándolo por ahí. Tuvimos que traer una bolsa de cal para echarle y lo velaremos con la urna sellada porque está destrozado.

El video lo eliminaron, pero ella dice que lo va a conseguir, y también fotos. En el video le exigían a Heber que admitiera ser un ladrón y el decía que andaba buscando trabajo.

-Mi hijo se estaba muriendo de hambre, por falta de trabajo, no me lo mató el hambre y me lo mataron unos guardias. Exclamaba la madre en la morgue.




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