Según el texto, la venta, que tomará «varios meses en completarse», implica sus «plantas de producción de harina de trigo, pastas alimenticias, aceites comestibles, grasas vegetales, sal y alimentación animal».
Cargill busca asegurar la continuidad laboral de sus empleados
Cargill se une así a la lista de grandes empresas que han cesado sus operaciones en Venezuela entre las que se destacan Kellogg (2018), Goodyear (2018) o Kimberly-Clark (2016).
De hecho, la principal patronal de Venezuela, Fedecámaras, cifra en más de mil las empresas que han cerrado o abandonado el país en los últimos 20 años de Gobierno chavista, producto de la crisis y los controles del Estado sobre la empresa privada.
Venezuela vive desde hace más de un lustro la peor crisis económica de su historia reciente y que en los últimos seis años se ha traducido en hiperinflación y una larga recesión económica.
Según los economistas, la crisis es producto de las medidas de control que aplicó el gobierno para las importaciones o la venta de productos y servicios.
Sin embargo, a finales de 2018 el Gobierno de Nicolás Maduro comenzó a flexibilizar los controles sobre la economía venezolana, pero los economistas señalan que no han sido suficientes. EFE