El pasado 2 de junio, El Carabobeño difundió una información sobre un presunto motín protagonizado por los reclusos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, delegación municipal Tocuyito.
La información de uno de los familiares, que fue enviada a nuestra periodista Heberlizeth González, se obtuvo a través de redes sociales. Esa versión, no obstante, fue verificada mediante el contacto con otras personas que también tienen familiares en los calabozos de esa sede. Todos coincidieron en que tras el cambio de jefe de delegación la situación se había complicado y señalaron que luego de una requisa habían dejado sin comida y visita a los presos, lo que originó la protesta.
La afirmación de que los reclusos pedían la presencia de un fiscal y un garante del respeto a los derechos humanos fue coincidente en todos los familiares con los que hablamos.
El argumento de que no puede hablarse de motín porque solo son siete reclusos, como señaló un funcionario policial, se cae cuando la totalidad de los reos participa en un evento que surgió producto de actuaciones que los afectados consideraron violatorias de sus derechos humanos.
Ciertamente, en la nota no están identificados los declarantes, pero la reserva de identidad la solicitaron esas personas por temor a represalias contra los reclusos y en El Carabobeño entendemos que esa es una realidad con la que debemos convivir.
Este domingo pudimos conocer que tras conversaciones con el jefe de la delegación, se permitió a los reos recibir algunos alimentos y bebidas.
Como ya suele ser costumbre de muchos funcionarios, se cree que es más fácil desmentir a los periodistas que corregir las situaciones que dan origen a las informaciones de prensa.
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