Que se haya establecido un salario mínimo de 400 mil bolívares, es para el Sindicato de Obreros de la Universidad de Carabobo, simplemente una burla ante una situación tan crítica como la que se está viviendo en Venezuela.
Joe Gil, presidente del sindicato, señaló que los trabajadores no son culpables del desastre económico que hay en el país, pero pasaron a ser las víctimas.
A su entender al aplicar las medidas económicas, el régimen lo que está haciendo es una especie de ensayo y error, para ver qué pasa. Pero ha errado en todas las que ha puesto en marcha.
El dirigente sindical cuestiona que supuestamente el gobierno se haya reunido con los empresarios para fijar los precios de los productos en dólares, pero se mantiene reacio a reunirse con los representantes de la masa trabajadora para establecer los nuevos salarios. Los acuerda sin consultar las bases y eso no debería ser.
Gil aseguró que los trabajadores del sector universitario están quedando prácticamente en la indigencia, por los bajos sueldos que perciben. Incluso algunos ya están pidiendo para poder subsistir”.
Se mostró contrario a lo señalado por el jefe de la fracción del PSUV en la Asamblea Nacional, Francisco Torrealba, quien dijo que el nuevo salario mínimo es una referencia porque el patrono puede aumentar por encima del monto establecido. Refirió que los trabajadores de la administración pública son quienes siempre salen perdiendo con este tipo de medidas, porque su salario depende de las decisiones del régimen, que por lo general no aumenta nada.
Sugiere que se establezcan bonos u otro tipo de remuneraciones que compense el poder adquisitivo de la población.
Joe Gil aseguró que los obreros fueron en una oportunidad privilegiados, pero ahora son los peores pagados de la administración pública. Su nueva condición la adquirieron a partir de la reconversión monetaria que se produjo en el 2018, pues su contrato colectivo fue irrespetado completamente.
