En un presunto enfrentamiento con funcionarios del Cicpc, murieron Carlos Alberto Figueroa Pino (50) y su hijo Carlos Alberto Figueroa Cedeño, de 26 años.
El hecho ocurrió el miércoles 13 en San Agustín del Sur y este lunes aún estaban los familiares en la morgue de Bello Monte esperando que les entregaran los cuerpos porque hubo retraso en el reconocimiento post mortem.
Beatriz Cedeño, madre de Figueroa Cedeño admitió que “ellos no eran santos, pero no merecían morir así”. Reconoce que padre e hijo robaban carros, delito por el cual estaban solicitados, “pero no mataban a nadie”.
Los funcionarios del Cicpc los avistaron en Los Rosales, cuando tripulaban un carro Chevrolet Corsa, color rojo, y comenzó la persecución que culminó en San Agustín del Sur cuando volcaron.
Beatriz asegura que no hubo enfrentamiento, pues los testigos dieron fe de que los sacaron del vehículo y les dispararon en el pecho, para llevarlos muertos al hospital Miguel Pérez Carreño.