La Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, respaldó este martes el veto del espacio aéreo nacional a Argentina anunciado por el Gobierno de Nicolás Maduro, ante los daños causados por la incautación de un avión de la estatal Conviasa, retenido en Buenos Aires desde junio de 2022 y enviado a Estados Unidos en febrero pasado.
«Todo el respaldo de nuestra Asamblea Nacional a nuestro Gobierno, al presidente y a esta decisión. Venezuela es un país que se respeta, no se deja someter por ninguna potencia extranjera. Menos por un país que apenas tiene meses gobernado por un presidente, por un Gobierno fascista y neonazi», dijo el primer vicepresidente de la AN, Pedro Infante.
El Ejecutivo aseguró este martes que «ninguna aeronave que provenga o se dirija a Argentina podrá sobrevolar» el territorio venezolano. La medida permanecerá hasta que la aerolínea estatal «sea debidamente compensada por los daños causados». Catalogó de acciones ilegales las realizadas contra la aeroave, «solo con el fin de complacer a sus tutores del norte».
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Veto del espacio aéreo por «robo del avión» de Emtrasur
Infante acusó al Gobierno argentino y al estadounidense de haber «robado» el avión, que tenía un valor -indicó- superior a los 80 millones de dólares. Había sido adquirido por el Gobierno chavista para el transporte de alimentos, medicinas, vacunas y repuestos para la industria petrolera y la infraestructura de servicios públicos.
«Son unos ladrones (…) el Gobierno fascista, neonazi, de Argentina y el Gobierno de los Estados Unidos», dijo el diputado. Asimismo, denunció que el avión fue «picado» (inutilizado), lo que calificó como «una muestra de crueldad, de fascismo».
Buenos Aires informó del inicio de «acciones diplomáticas contra el Gobierno de Venezuela, encabezado por el dictador (el presidente Nicolás) Maduro» por esta medida. De hecho, baraja la posibilidad de una denuncia ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
El pasado 12 de febrero, el Boeing 747-300M Dreamliner de carga, que fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenecía a Conviasa -empresas sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos-, partió rumbo al país norteamericano, en respuesta a una petición de decomiso.
Dos semanas después de la salida del avión de Argentina, el 29 de febrero, Maduro denunció a EE.UU. por el «acto vil, criminal, indignante» de «descuartizar» la aeronave en Miami.
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