Personas sometidas a terapia sustitutiva renal se concentraron la mañana de este jueves en las afueras de la Unidad de Hemodiálisis Valencia Sur para denunciar las constantes fallas en el suministro de agua, energía eléctrica y falta de aire acondicionado que impide completar el tratamiento de hemodiálisis.
Mario de Sousa, paciente renal, indicó que en la unidad de diálisis ubicada en la avenida Las Ferias de Valencia, hay 22 máquinas, de las cuales cinco están dañadas.
Los pacientes no cuentan con los insumos básicos para dializarse porque el Ministerio de Salud ni el Instituto Venezolano para los Seguros Sociales (IVSS) les provee de gasas, vitaminas y demás suplementos necesarios para practicarse esta terapia alternativa. “Las medicinas que envía el Seguro son escasas, no nos alcanzan. Nos dializamos tres horas, cuando lo ideal es que sean cuatro. Los pacientes renales estamos pasando mucho trabajo”.
Ante la pandemia por COVID-19, De Sousa denunció que en la referida unidad de diálisis no los dotan con los implementos de bioseguridad para evitar contagios. “Los pacientes debemos traer algo que nos proteja. Ni siquiera hay lo primordial que es el agua, la luz, el aire. Los baños están en condición caótica, hay uno solo para todos los pacientes y enfermeras”.
La situación se repite en las seis unidades de diálisis de la Gran Valencia, resultando afectados alrededor de 800 personas con insuficiencia renal crónica.
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