Seis días permaneció en la morgue de Bello Monte el cadáver del fisioterapeuta cubano, Maikel Yacel Rodríguez Mendoza (34) sin ser retirado por falta de una certificación de datos que el consulado cubano no le concedió, por haber desertado de las misiones.
Rodríguez Mendoza era natural de Bayamón, tenía siete años en el país, trabajó en la zona costera del estado Vargas los primeros dos años, lo reengancharon y después laboró otros 4 años en Carapita, Antimano, hasta que desertó.
Había conocido a Mariela Márquez, licenciada en educación preescolar, con quien dejó un niño de un año. La docente relató que hace tres años dio a luz una niña, que falleció durante el parto porque ella sufrió pre eclampsia.
Mariela estuvo muy grave y Maikel no quiso dejarla sola. Hace un año decidió desertar del servicio de las misiones y se dedicó a trabajar particularmente.
Vivía en Carapita. El 2 de diciembre sufrió un infarto en su residencia, y Mariela lo trasladó al hospital Pérez Carreño, donde falleció.
Ella no podía retirar el cadáver en la morgue porque no estaban casados y no tiene su apellido. Pasó cuatro días yendo al consulado para solicitar la certificación de datos y se la negaron porque era un desertor. Sus familiares no pueden salir de Cuba.
Al cabo de varios días, Mariela obtuvo los documentos necesarios por parte del consejo comunal de su lugar de residencia para poder retirar el cuerpo en la morgue, y este viernes a las 2:00 de la tarde fue sepultado en el Cementerio General del Sur, con acompañamiento de sus amigos venezolanos que además hicieron una colecta de dinero para pagar el entierro.
