En entrevista para la revista neogranadina Semana, el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, señaló que está sobre la mesa la compra de gas a Venezuela, “antes de que se acaben las reservas” que desde el Ministerio de Minas y Energía de ese país calculan que rendirán sólo siete años.
Por tanto, el diplomático cree necesario negociar con Caracas para que el gasoducto que sale del propio golfo de Maracaibo, añada unos 30 o 40 kilómetros adicionales hacia Colombia. Pero también resaltó que se ha planteado un tema igual de crucial: la compra de Monómeros por parte de Bogotá.
Por lo pronto, dijo que la empresa pasará definitivamente al gobierno de Nicolás Maduro, por cuanto “eso quedó estipulado desde que el gobierno de Gustavo Petro reconoció al presidente Nicolás Maduro. Eso es de Venezuela, no es de Juan Guaidó, porque Guaidó no es nadie”.
La importancia de la fábrica de fertilizantes
Resaltó la importancia de la fábrica de fertilizantes, por cuanto “la seguridad alimentaria de este país (Colombia) depende de Monómeros”. A la pregunta de por qué la devolvieron tan rápido, Benedetti respondió algunos preacuerdos: “Nos rebajarán en 40% la urea, nos darán fórmulas que tienen para el crecimiento del maíz como lo hicieron en México. Además, tendremos un descuento de casi 30% en fertilizantes. Eso ayudará muchísimo a bajar los productos agrícolas”.
Resaltó que aunque “esta es una empresa venezolana, está en Colombia y sus empleados son colombianos. Por eso, por estar castigando al Gobierno de Venezuela, terminarán afectando la seguridad alimentaria de Colombia”, dijo al hacer referencia a las medidas de EE.UU. contra los activos venezolanos en el exterior.
El Gobierno de Gustavo Petro parece no pensar sólo en tener participación accionaria en Monómeros. El embajador Benedetti de hecho dijo que la administración de Maduro asomó la posibilidad de venderla. “No hay cifra porque los balances que yo he escuchado son muy sobrevalorados, pero esa será otra historia: la compra de Monómeros”.
Normalización de relaciones: Cuándo y cómo
Benedetti señaló que, para la plena normalización de relaciones, “Venezuela destaca el tema de la seguridad, coordinar para impedir el paso de narcotraficantes en la zona de frontera de ambas naciones, entre otras cosas”. En tanto, Bogotá suma la paz, el restablecimiento de los vuelos aéreos, la migración y los colombianos presos en Venezuela. “Hay muchos nacionales presos en cárceles venezolanas, “muchos de ellos sin garantías. No hay datos oficiales, pero eso hay que probarlo”.
Adelantó, a cálculo rasante, que su objetivo es que “en enero de 2023 las relaciones estén normalizadas”, pero está claro que ello depende de muchos factores.
Esperan a empresarios colombianos en Caracas
Resaltó que Maduro quiere recibir a los más importantes empresarios de Colombia, para hablar directamente con ellos, pero ese sector neogranadino se muestra preocupado por las faltas contra los derechos humanos. “Yo les dije que es bueno ir a Caracas, hablar de derechos humanos y, al mismo tiempo, mirar a qué acuerdo comercial se puede llegar con los empresarios venezolanos”.
Sobre la presencia de los irregulares
Finalmente, se refirió a la presencia de las disidencias de las FARC y el ELN en Venezuela, expresó que no se ha tocado ese tema aún, pero se hará oportunamente. “Si no, se empieza a contaminar el proceso (de normalización de relaciones). Yo lo que quiero es lograr un lenguaje de ambos lados de optimismo y alegría. Yo tengo que trazar una agenda para ver todos los temas y que en la conversación se incluya el de las Farc. Eso tiene que ser una agenda aparte”.
Lee la entrevista completa en Semana.
