De varios tiros fue asesinado Leonardo Aníbal Cedeño Montero, vigilante privado, de 36 años, mientras dormía en su vivienda, un ranchito con techo de zinc, en el barrio El 70 de El Valle.
Cedeño trabajaba en la empresa Serenos Metropolitanos, con sede en Chacao, y estaba asignado a una quinta en construcción en el estado Vargas. Salía de su casa a las 4 de la tarde, regresaba al amanecer y dormía durante el día.
El hombre vivía con su esposa, una cuñada y la pareja de esta. El lunes a las 6:30 de la mañana un sujeto conocido como “el chino” tocó la puerta, la cuñada de Cedeño le abrió y el individuo entró a empellones. La apartó de un manotazo y entró al cuarto donde dormía Leonardo Aníbal, para dispararle a mansalva.
Los familiares acudieron a un “jeepsero” para trasladarlo al hospital, y mientras lo montaban en el vehículo, el homicida seguía dándole cachazos en la cabeza. Cuando lo ingresaron al hospital Pérez Carreño, había muerto.
Los parientes de Cedeño no se identificaron por miedo a que también los maten. No obstante, dijeron que “ese es un pueblo sin ley, donde hay todo tipo de armamento, por lo que parece la guerrilla colombiana”. Además, aseguraron que a Leonardo Aníbal “lo mataron por gusto, porque les dio la gana”.