Olores fétidos, aguas negras y contaminación son tres elementos que acompañan desde hace casi tres meses el día a día de los vecinos de Carmen Norte, en la parroquia Santa Rosa de Valencia.
Han pasado meses desde que Angelys Romero dejó de utilizar el baño de su casa para ducharse. También evita utilizar el fregadero. No tiene otra opción, el sistema de drenaje colapsó y las aguas negras se devuelven por cualquier albañal de la vivienda.
Para los vecinos del sector, bañarse en el patio se ha convertido en una actividad rutinaria. De esta manera el agua sale directo a la calle y así evitan que se desborden los inodoros. “Yo vivo con dos niños pequeños, los tengo que bañar en el garaje porque sino el agua se devuelve por todas las cloacas dentro de la casa. En mi caso, se devuelve por la cocina y los baños”.
Para ella, su calidad de vida ha disminuido 80% a raíz de esta situación. Hacer los quehaceres resulta cada día más difícil, aunado al olor nauseabundo que impregna toda la casa.
Son más de 40 familias afectadas al final de la avenida Branger, que desde hace casi tres meses esperan respuestas efectivas por parte de las autoridades municipales y regionales.
Niños, personas discapacitadas y adultos mayores son los más perjudicados con la problemática. Los vecinos denunciaron que los malos olores y aguas contaminadas provocan afecciones respiratorias.
Temor ante llegada de lluvias
La época de lluvias se acerca y con ella crece el miedo de los habitantes del sector. Con una mínima lluvia las pocetas se van a desbordar, alertó Gabriel Castillo.
Indicó que la red de cloacas está colapsada, por lo que requieren un camión vacuum para hacerle mantenimiento y poder destaparla. Sin embargo, la denuncia no ha sido atendida por las autoridades municipales.
Indicaron que la situación se agrava en los días de cuarentena, puesto que deben pasar el confinamiento soportando olores fétidos y sorteando dificultades para cumplir con el aseo requerido para evitar contagios por COVID-19. «No sé qué es peor, si las cloacas o la cuarentena», dijo una vecina.