María Gómez ya se acostumbró al olor pestilente, a pasar la calle con cuidado de no tocar las aguas residuales desbordadas, y de limpiar su casa en tiempo de lluvias porque las cloacas llegan hasta su vivienda.
Son aproximadamente 13 años de convivencia con el desbordamiento de aguas negras del sector Fundación Carabobo, lugar donde reside y tiene su negocio de peluquería. La calle Bolívar de la comunidad está hecha un río de cloacas.
Gómez detalló que hace unos 15 años una empresa de la cual desconoce el nombre realizó un proyecto de cloacas en la comunidad. Al momento todo funcionó bien, pero luego la población creció e inició el desbordamiento.
“Fue un proyecto a corto plazo, no pensaron en el futuro de Fundación Carabobo”, contó María Gómez.
Según vecinos, Hidrocentro constantemente se dirige a la calle Bolívar. Con mangueras realizan trabajos de limpieza que no duran ni dos días. El desbordamiento ocurre nuevamente.
Algunos consideran que cambiar las tuberías por unas de mayor tamaño, es la solución. Pero al parecer Hidrocentro hace caso omiso a esto.
En diciembre de 2016 el proyecto fue enviado nuevamente al Consejo Federal de Gobierno, hasta los momentos no han obtenido respuesta.
Oswaldo Méndez, vecino del sector comentó que el desbordamiento viene de la calle Los Proceres, a una cuadra de la Bolívar.
La exposición constante a las aguas residuales es insoportable para Méndez. Sin embargo, ha aprendido a vivir con ello. “Son muchos años, a veces ni lo noto”, dijo.
Desde hace años las afecciones estomacales son comunes, y aunque las razones de su origen pueden ser variadas, los vecinos aseguran que el desbordamiento contribuye a la propagación de enfermedades.
La comunidad exige soluciones, “ya son muchos años en el olvido”, expresó.
