Atlético Tucumán y el Gremio, defensor del título, avanzaron a cuartos de final de la Copa Libertadores de América-2018 en una noche de martes con polémica y el drama de los penales incluidos.
El Atlético Tucumán logró en Medellín clasificarse por primera vez en su historia a cuartos de final de la Libertadores, donde resistió heroicamente los embates del Atlético Nacional local y pese a perder 1-0 se metió entre los ocho mejores del torneo.
El equipo de Ricardo Zielinski, aunque alcanzó a tambalear por recibir un gol tempranero del atacante verdolaga Ómar Duarte en el minuto 12, supo resistir la embestida en el estadio Atanasio Girardot y terminó festejando el pase a cuartos gracias a la victoria 2-0 que había logrado en la ida.
Sostenido en una actuación estelar de su portero y capitán Cristian Lucchetti, el equipo celeste y blanco ahora enfrentará en la siguiente fase al Gremio.
«Sabíamos que iba a ser un partido muy duro, muy difícil, y fue así, se pusieron en ventaja muy rápido», afirmó el veterano guardameta argentino.
El campeón debió sufrir para seguir adelante
Con un gol en los descuentos y 100 por ciento de efectividad en los penales, el Gremio sigue adelante con la defensa de su título de campeón de la Libertadores.
El tricolor gaúcho logró vencer a Estudiantes de La Plata por 2-1 en el estadio Arena Gremio en Porto Alegre e igualar la llave, que se definió en penales, donde se impuso 5-3.
Alison al minuto 90+2 de cabeza le dio la victoria al Gremio, que se había adelantado en el marcador a los cinco minutos con un tanto de Everton. Estudiantes igualó por intermedio de Lucas Rodríguez a los ocho minutos.
En los penales los brasileños convirtieron sus cinco remates y en Estudiantes falló el suyo el defensa Gastón Campi, que disparó a las nubes, con lo que Gremio pasó a cuartos de final y sigue soñando con ganar su cuarta Libertadores, tras las obtenidas en 1983, 1995 y 2017.
A primera hora de la jornada, Independiente avanzó a la misma instancia tras una polémica eliminatoria que acabó en disturbios y bombas lanzadas por la hinchada del Santos, en protesta por la sanción que horas antes le había dado por perdido el partido de ida (3-0).
Ante la falta de seguridad, el juez chileno Julio Bascuñan abandonó el gramado del estadio Pacaembú de Sao Paulo en el minuto 81, con el marcador 0-0, cerrando antes de tiempo un encuentro que ya arrancó marcado por la polémica.