Foto cortesía Una Ventana a la Libertad

Entre abril y septiembre de 2021, al menos 37 privados de libertad de 119 Centros de Detención Preventiva (CDP) de cinco regiones del país (Caracas, Miranda, Nueva Esparta, Vargas y Zulia), estudiados por el equipo de investigadores de Jornadas Médicas de Una Ventana a la Libertad (UVL), fallecieron por complicaciones de salud.

Del total de casos registrados se determinó que 31 falleció por tuberculosis (83,8%). Entre octubre de 2020 y abril del año en curso, primera fase del proyecto de jornadas médicas, el equipo de UVL registró que fallecieron 24 privados de libertad con tuberculosis, tres con VIH,  tres con complicaciones respiratorias, uno con una afección gastrointestinal y uno con un infarto.

Al sumar las defunciones registradas en el segundo periodo del proyecto, se confirma que entre octubre de 2020 y septiembre de 2021, de acuerdo con registros de UVL, 69 reclusos murieron por complicaciones de salud en Caracas, Miranda, Vargas, Zulia y Nueva Esparta.

Para esta investigación también se determinó que del total de la población penitenciaria registrada (7 mil 947 privados de libertad) se han contabilizados otras enfermedades, entre los que destacan 492 casos de desnutrición (6,19%), 216 de tuberculosis (2,71%), 10 del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y dos con COVID-19.

De los centros de detención preventiva, 101 de carácter civil y 18 militares, el equipo de investigadores de UVL determinó que en estos espacios predominan las enfermedades respiratorias, como tuberculosis, desnutrición, VIH/Sida, infecciones en la piel, síndrome diarreico, COVID-19, entre otras.

Aunque familiares de algunos detenidos le han manifestado a los investigadores de UVL que presentan síntomas de coronavirus, no es posible contabilizar esos casos sin información oficial por parte de las autoridades y confirmación de pruebas de descarten el virus.

Estas cifras demuestran que los reclusos en los Centros de Detención Preventiva aún siguen expuestos a enfermedades infectocontagiosas, hasta el punto de perder la vida.

Sin condiciones

El equipo de investigadores de UVL determinó que tratar a estos reclusos enfermos es una tarea casi imposible, debido a la falta de condiciones que existen en estos recintos.

Según el monitoreo registrado solo 39 CDP cuentan con baños para asearse (32,8%). Esto aumenta el riesgo de transmisión de las enfermedades infectocontagiosas presenten en los calabozos policiales. “Aquí cada quien se cuida como puede. Pero bañarse, cambiarse la ropa a diario, es un lujo que solo se dan los que están en celdas VIP. Aquí uno tiene que aguantar su pela. Una picada se convierte en una roncha en días y una cortada se infecta rapidito. La comida a veces llega descompuesta y uno igual se la come, porque hay hambre. Uno se enferma solo de estar acá”, dice Franklin Gómez a Una Ventana a la Libertad, un privado de libertad del Retén de Caraballeda en el estado Vargas.

Los CDP tampoco están adaptados para auxiliar a las privadas de libertad embarazadas, ni mujeres lactantes, ya que solo uno de los centros estudiados, ubicado en el estado Vargas, cuenta con este servicio (0,8%). Los CDP tampoco tienen comedores para que los reclusos puedan alimentarse (0%), ni están capacitados para albergar a detenidos con discapacidad motora (0%), motivado, principalmente, a la falta de infraestructura adecuada para albergar a detenidos y el hacinamiento.

Hacinamiento, el gran problema

El estudio resalta que estos espacios transitorios de reclusión tienen una capacidad de albergar a 3 mil 702 privados de libertad. No obstante, hasta septiembre de este año, la población penitenciaria era de 7 mil 974 detenidos, de los cuales 7 mil 320 son hombres y 627 mujeres. Del total, 66 son menores de edad.

Estas cifras confirmadas revelan que existe un hacinamiento del 46,6 por ciento. Aunque este dato, demuestra que aún hay hacinamiento en estos espacios, se confirmó que a diferencia de períodos anteriores la población reclusa se redujo en las comisarías monitoreadas, principalmente por las liberaciones y traslados a cárceles otorgadas por la Comisión Presidencial de la Revolución Judicial y el Plan Cayapa, cuyo plan es del Ministerio de Servicio Penitenciario.

La descongestión, sin embargo, no ha solucionado los problemas de habitabilidad prolongada en estos lugares de paso, donde la permanencia no debería exceder las 48 horas.

Nota de prensa




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.