En un Aveo plateado estaban dos hermanos que salían de una reunión de año nuevo en Bucarales, parroquia Rafael Uradaneta, cuando unos desconocidos los interceptaron para robarles el vehículo. Haber puesto resistencia ocasionó una ráfaga de disparos que acabó con la vida de uno de ellos.
Darwin Castillo, de 29 años, murió en el acto mientras. Su hermano, Franklin Peña, de 38, se debate entre la vida y la muerte en la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET).
Eran las 5:00 a.m. Ya empezaba a aclarar cuando la muerte llegó a la vida del menor de la familia el primer día del año. Ambos se dirigían a su vivienda en el mismo sector.
El hombre tenía cinco hijos con una mujer con la que llevaba alrededor de 10 años de convivencia y a los que mantenía con su sueldo de operador de máquinas en General Motors.
Otro caso
Christian Ojeda murió también a los 5:00 a.m., pero en circunstancias diferentes, que familiares no quisieron relatar por razones desconocidas. Se supo que el joven de 19 años fue víctima de un robo cerca de su vivienda en Nueva Valencia. Ojeda trabajaba en el Mercado de Mayoristas desde hace algunos años.