A pesar de que el suministro de agua potable a los ciudadanos está considerado por la Organización de Naciones Unidas como un derecho humano, en el municipio Naguanagua este servicio no lo reciben muchas comunidades, sobre todo las ubicadas en las partes altas.
Adán Hernández, miembro de la red vecinal Naguanagua, denunció que hay comunidades que pasan un año sin recibir el liquido.
El dirigente vecinal aseguró que en la primera etapa de la urbanización Las Quintas el servicio falla continuamente. En Quintas del Norte, el agua llega sin presión por lo que no sube a las duchas. Quienes no cuentan con tanques subterráneos no pueden almacenarla. Adicionalmente el líquido llega con mal olor y color.
Según Hernández, en la parroquia Santa Marta, donde viven más de dos mil personas, el cronograma de suministro de agua no se cumple. A veces llega a las 11:00 pm y se va a las 3:00 am, lo que impide que los vecinos puedan almacenarla.
En Residencia Arauca de La Campiña I, el agua llega sumamente sucia y fétida, y es muy poco lo que se puede hacer con ella.
Al norte, el servicio de agua está más grave
Hernández también refiere que al norte de Naguanagua la situación es más grave, ya que el sistema de bombeo Bárbula II tiene dos bombas, pero una de ellas está dañada hace más de un año, lo que ocasiona que el servicio se haya tornado muy irregular al punto que solo lo reciben los que viven en la parte baja.
Por eso, vecinos de Los Cerritos, Merecure y Girardot II tienen un año sin agua. La situación los obliga a pagar de 10 a 15 dólares por un camión cisterna de agua a la semana. Muchos de ellos se ven en la necesidad de llenar botellones en los surtidores del ferrocarril.
Adán Hernández hace un llamado al alcalde de Naguanagua, al presidente de Hidrocentro y al gobernador del estado para que resuelvan este problema en el menor tiempo posible.